:: positive pants
:: Notting Hill Gate
«¡Suena genial! Notting Hill es un barrio muy popular y con mucho encanto en Londres. Es conocido por su arquitectura colorida, su famoso mercado de Portobello Road, su ambiente bohemio, donde encontrarás todo tipo de curiosidades, antigüedades, ropa vintage y comida delicioso. Además, Notting Hill alberga el famoso Carnaval de agosto, que es uno de los eventos culturales más grandes y coloridos de Londres. Las calles se llenan de música, baile, comida y desfiles, creando un ambiente festivo y multicultural. Vivir en Notting Hill te brindará la oportunidad de sumergirte en la vibrante vida del barrio y disfrutar de todo lo que Londres tiene para ofrecer. ¡Disfruta de tu estancia en esta ciudad!»
:: julita
:: triste
tiene plumas graciosas como un loro,
plumas que desde luego nunca vuelan,
mas balbucean igual que loro.
Estoy cansado de las casas,
prontamente en ruinas sin un gesto;
estoy cansado de las cosas,
con un latir de seda vueltas luego de espaldas.
Estoy cansado de estar vivo,
aunque más cansado sería el estar muerto;
estoy cansado del estar cansado
entre plumas ligeras sagazmente,
plumas del loro aquel tan familiar o triste,
el loro aquel del siempre estar cansado.
:: fragmento
……….……….sin broche alguno,
……….calendario vastamente inmerso
……….……….porque el mar es también portal de luz.
de Fragmento. Marta Agudo. Barcelona, Godall Edicions, 2022
Fragmento, de Marta Agudo (por Ángel Minaya)
Reseñas escaparate. pág. 242.
Barcelona, Godall Edicions, 2022
:: creación ideas
:: niño regalado
El consumismo se ha cargado la tradición. Ha creado a niños con escasa tolerancia a la frustración que creen que pueden conseguir lo que quieren solo por pedirlo, y que los Reyes Magos o los adultos están obligados a dárselo. Niños que no valoran el dinero o el esfuerzo y que de mayor serán adolescentes exigentes y caprichosos. Niños que no tienen ni idea de lo que es el deseo o la espera. Que menosprecian lo que tienen porque el exceso de oferta obviamente baja el valor de los bienes, una regla de economía básica que se aplica a los regalos también. Niños que se creen en el centro de la familia y que en muchas ocasiones lo son, y que piensan que tienen derecho a exigir. Adolescentes y jóvenes, más tarde, egoístas y demandantes, que no tienen ni idea de lo que significan conceptos como perseverancia, resiliencia, esfuerzo.
Ese síndrome del niño hiperregalado lo veo constantemente a mi alrededor, lo he visto en las compañeras y amigas de mi hija que recibían auténticas avalanchas de regalos en casa de mamá, en casa de papá, en casa de los abuelos paternos, en casa de los abuelos maternos, en casa de los tíos y las tías, y que se encontraban al final con 20 o 30 regalos que no iban a apreciar, con algunos de los cuales ni siquiera jugarían nunca. Ahora sus padres (mira qué casualidad) se quejan de que sus hijos son impulsivos, respondones, exigentes antojadizos, superficiales, impacientes, difíciles… Recuerdo esa obsesión que tenían cuando su hijo o su hija era pequeño con convertirle en el centro del mundo y me pregunto de qué se sorprenden.
Hablábamos de cómo los medios de comunicación nos hacen creer que el ritual de hacer las compras navideñas, envolver regalos y ofrecerlos a nuestros seres queridos nos hace felices, pero yo le explicaba que numerosos estudios psicológicos demuestran que en realidad ese ritual de comprar regalos y envolverlos tiene el efecto contrario. Cuando el consumismo se apodera de nosotros y centramos gran parte de nuestra atención en comprar regalos de Navidad, ese comportamiento contribuye muy poco a la alegría navideña. Redunda más bien en ansiedad y depresión. Esos estudios prueban además que, cuando las personas reciben regalos que equivalen a un porcentaje sustancial de sus propios ingresos, lo que les crea el regalo es emociones negativas. Es decir, si usted cobra 1.800 euros al mes y recibe un regalo de 1.000 euros, en lugar de experimentar alegría es muy posible que usted sienta culpa, vergüenza, tristeza, frustración o ansiedad. Porque existe el sesgo de retribución entre los seres humanos. Creemos que estamos obligados a devolver los favores o regalos que nos hacen, y usted sabe que eso no va a poder devolverlo.
:: vida dulce
David quedó perplejo ante tales palabras y, aunque lo hirió un poco, decidió mantener la calma y escuchar al hombre. "La vida debe ser dulce, es cierto. Pero no solo en el sentido literal", continuó el hombre. "Es importante aprender a disfrutar de los pequeños momentos, de las sonrisas que regalamos y recibimos. Si no sabes por dónde empezar, empieza por sonreír". El chocolatero reflexionó sobre las palabras del hombre. No podía negar que algunas veces se había dejado absorber completamente por su trabajo, olvidando aquellos momentos de alegría y conexión humana. Había descuidado las sonrisas.
Desde aquel día, David incorporó algunos cambios en su vida. No solo creaba dulces exquisitos, sino que también se aseguraba de compartirlos con una sonrisa genuina. Aprendió a disfrutar de los momentos simples. Así fue cómo David comprendió que la vida debía ser dulce, pero no solo por el chocolate. La verdadera dulzura radicaba en la capacidad de sonreír, en encontrar el balance entre el trabajo y el disfrute de los momentos simples. Y así, la vida de David se volvió verdaderamente dulce, en todos los sentidos de la palabra». Relato encontrado en internet de Artemisa Interina.
:: juanga luz
De la luna llena
De esos dos luceros
Más allá del sol
Más allá del todo
De ese mar de estrellas
De esos seis planetas
De ahí vengo yo
Entre Mercurio, Urano y Plutón
Yo tenía un planeta y él era mi hogar
Pero una guerra que se desato
Apago la luz
Alrededor de Saturno quedo
Mi planeta Tierra en pedazos esta
Gire y gire en torno de su alrededor
Ese fue su fin
Oh, oh
Pido que ya, no apaguen la luz
Vengan a Xel-há, vengan a Tulum
Ya no apaguen la luz
Vengan a Xcaret, vengan a Cancún
Unos se fueron a Cetus y Orión
Otros se marcharon a Volan y Aran
A mi me trajeron a tierra de sol
Y ahora estoy aquí
Oh, oh
Pido que ya, no apaguen la luz
Vengan a Xel-há, vengan a Tulum
Ya no apaguen la luz
Vengan a Xcaret, vengan a Cancún
:: new year time 2
Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.
Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.
Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.
Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.
Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.
:: shelter y tiempo
por eso pasa tan deprisa cuando a uno ya no le pasa nada.
Después de Reyes, un día notarás que la luz dorada de la tarde
se demora en la pared de enfrente y apenas te des cuenta será
primavera. Ajenos a ti en algunos valles florecerán los cerezos y
en la ciudad habrá otros maniquíes en los escaparates. Una
mañana radiante, camino del trabajo, puede que sientas una
pulsión en la sangre cuando te cruces en la acera con un cuerpo
juvenil que estalla por las costuras, y un atardecer con olor a
paja quemada oirás que canta el cuclillo y a las fruterías habrán
llegado las cerezas, las fresas y los melocotones y sin saber por
qué va será verano. De pronto te sorprenderás a ti mismo
rodeado de niños cargando la sombrilla, el flotador y las sillas
plegables en el coche para cumplir con el rito de olvidarte del
jefe y de los compañeros de la oficina, pero el gran atasco de
regreso a la ciudad será la señal de que las vacaciones han
terminado y de la playa te llevarás el recuerdo de un sol que no
podrás distinguir del sol del año pasado. El bronceado
permanecerá un mes en tu piel y una tarde descubrirás que la
pared de enfrente oscurece antes de hora. Enseguida volverán
los anuncios de turrones, sonará el primer villancico y será otra
vez Navidad. La monotonía hace que los días resbalen sobre la
vida a una velocidad increíble sin dejar una huella. Los inviernos
de la niñez. los veranos de la adolescencia eran largos e intensos
porque cada día había sensaciones nuevas y con ellas te abrías
camino en la vida cuesta arriba contra el tiempo. En forma de
miedo o de aventura estrenabas el mundo cada mañana al
levantarte de la cama. No existe otro remedio conocido para que
el tiempo discurra muy despacio sin resbalar sobre la memoria
que vivir a cualquier edad pasiones nuevas, experiencias
excitantes, cambios imprevistos en la rutina diaria. Lo mejor
que uno puede desear para el año nuevo son felices sobresaltos,
maravillosas alarmas, sueños imposibles, deseos inconfesables,
venenos no del todo mortales y cualquier embrollo imaginario
en noches suaves, de forma que la costumbre no te someta a una
vida anodina. Que te pasen cosas distintas, como cuando uno era niño.
:: escribir
imagen::calber
“Los versos inservibles quedan por el suelo/ sin punta y sin cortar/
ya nadie afila versos”
“No comprendemos la muerte / ni su enquistada tarde/ el seguro ir y venir de las hormigas/ ni la pregunta del ave/ con su pupila de asombro ”
“De la bóveda racional pende con alfileres una reflexión vacía”
“Aquí me quedo/ noche cierra/ luna llora/ futuros negros”
“ Los escarabajos te miran con asombro/ vas por un camino de ortigas dejando rodadas de extrañeza”
“ Algo se deshacía del agua en las piedras/ rompiendo esa forma que tienen las dudas en la sombra”
“Los penúltimos poetas huyen de la fiesta para esconderse en íntimas ausencias”
“El día viene con gesto torcido”
“Tu presencia se materializaba/ en cada trazo de pájaro/ y en cada aleteo de pez.”
“Hoy, la muerte/ me paraliza/ me empuja a la desnudez/ a la vergüenza de la orfandad”
“Huida/ no en fuga/ la menor distancia entre dos puntos es la certeza/
si el espacio se teje con lo hueco, estómago la voz de cristal”
“Voy recogiendo piedras del camino para labrar tu voz/
y tu armonía a golpe de cincel que la palabra grabará en un poema”
"Escribir absenta, diosa, elixir, bañera, espuma/
Volver para gozarnos, ser dueña de la eternidad"
"¿A dónde fue la muerte tan deprisa?
Late una espera imposible de palabras y ojos ciegos/
En su herida, animales insólitos buscan el consuelo de la nieve"
_______________ Leonardo Aragón, Amparo Arróspide, Chusa Amezquina, Conchi Álvarez, Pedro Díaz, Bernat Ferrer, Vicky Frías, Ángel Huerga, Ana Belén Martín Vázquez, Nuria Mejías Ruiz, Ángel Minaya, Rocío Ordóñez, Serafín Picado de la Cruz, Emilio Polo Vilches, Carlos Sánchez Alberto y Manuela Temporelli. >Taller de Creación Poética: Un Camaleón en la Cocina. Fundación Ateneo Cultural 1º de Mayo.
Poesía, lo atrapado en la niebla. “Escribir es una derrota en la que nunca se alcanza lo que se quiere nombrar. Hay que asumir este fracaso y continuar, sobre todo continuar” Guadalupe, Grande.
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Nos hablaste del misterio, la estructura, lo poético, lo esquivo, la pesadilla, lo superfluo. Nos enseñaste a mirar más allá de lo que queremos escribir, a viajar hasta los límites del lenguaje, para encontrar lo inesperado. Nos pedías que dejásemos las cosas en suspenso, el poema abierto porque en poesía todo es incontrolable. Que huyéramos del tremendismo y la imprecisión. Nos enseñaste a dudar. Nos mostrarte el camino para saber que si algo no se desliza no es poético. A quitarle el exceso de lirismo a los recuerdos para que las palabras no envejezcan. A no aspirar a nada excepto a hacer más grande la habitación desde la que escribimos. A abrir las ventanas a lo que está atrapado en la niebla.
“Olvidar es sólo un artificio del sonido/ tan sólo un perpetuo acabamiento que se va/ de la carne a la piel y de la piel al hueso/ Así como las palabras primero son de agua/ y luego de barro/ y después de piedra y de viento” “El libro de Lilit” (1998).
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