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:: polvo sahariano


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Las personas altamente sensibles experimentan una imperiosa necesidad de crear. Canalizan sus emociones a través de fenómenos como el de la calima. El polvo del Sahara tiñe de naranja el cielo y la calle parece Marte. Vivimos en una sociedad con el mayor grado de estímulos. La cultura de la inmediatez es una de las claves del proceso de aprendizaje y del desarrollo personal de las personas altamente sensibles.

El desierto es la principal fuente de partículas en suspensión de nuestro planeta. Ante este fenómeno y para desarrollar la motivación de las personas altamente sensibles se necesita construir sus habilidades y pasiones lejos de lugares comunes. Expresar su mundo interior en un mundo exterior que se presenta apocalíptico. He aquí el episodio de polvo procedente del Sahara, según la NASA puede llegar a recorrer hasta 4.800 kilómetros. Lo que mueve toda esta arena es la motivación, un proceso psicológico necesario para poder comprender la naturaleza de las personas altamente sensibles.

Las altas presiones y las corrientes ascendentes sobre el Sáhara transportan el polvo de las dunas hacia las bajas presiones. La creatividad es una especie de válvula de escape que permite liberar todas las experiencias emocionales y sensoriales. La configuración que hemos vivido hoy genera flujos aéreos de vapor de agua conocidos como “ríos voladores”. Todo ocurre en el paisaje, en los ojos, abrir la ventana a habilidades y pasiones, recibir una tolvanera de 'polvo del Sahara’, ser sensible el día del juicio final.

:: croquetas glück

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Si hay algo que gusta a todo el mundo son las croquetas, aunque cada uno tiene sus preferidas! En mi casa les encantan las de gambas. El miércoles, día 7 fue mi santo, Nuestra Señora del Rosario y para celebrarlo me puse a hacer una tanda de croquetas. Mi marido me ayudó a pelar las gambas y yo hice la bechamel que es la base de una buena croqueta. Mi madre se encargó de supervisar todo el proceso. Mientras estábamos con la masa y el pan rayado oímos en la radio lo de Louis Glück: “El fallo del Nobel elige a la poeta estadounidense, de 77 años como una infalible voz poética que con austera belleza hace de la existencia individual algo universal. ¡Madre del amor hermoso, si tiene mi edad! Toda una sorpresa, "Calla, amor mío. No me importa cuántos veranos tenga que vivir para volver; este verano hemos entrado en la eternidad" Precisamente este verano ya me la reseño mi poeta amiga Eva Hernandez, desde London, que siempre está al tanto de la poesía internacional-mujer! Qué ojo tiene! Y yo, claro, me lancé sobre su obra editada en Pre-Textos. Siempre que aparece el nombre del Nobel de literatura surge la eterna discusión entre, quienes presumen de conocerlo y quienes se jactan de no haberlo oído nombrar nunca. Al contrario que las croquetas el premiado no suele gustar a todos, cada año surgen las mismas discrepancias. Mi madre pertenece al grupo de los que no la habían oído ni nombrar, y eso que ella es feminista de siempre. Mientras está batiendo el huevo se jacta de no conocerla y de que es muy normal, dice que hay más poetas que lectores de poesía, y que soy una "esnob" y seguidamente se pone a recitar una rondeña que aprendió en Lagartera de joven, para reivindicar su universo: “El que quiera jota jota | el que fandango fandango | el que quiera seguidilla | en el bolsillo las traigo | Ay amor amor | sácame de aquí | llévame a la tierra | donde yo nací, | donde yo nací, | donde yo habité, | ay amor, amor, | contigo ha de ser”. A veces no entiendo a mi madre, normal en una hija, no comprendo a la mujer culta que presume de no conocer a Glück y que además desconfía de quienes, en nuestra modernidad, la hemos incluso leído. Entre poemas, “embadurnadas de harina” nos salió una producción industrial, 200 croquetas. Me hace gracia la coincidencia, pues dice el editor en castellano de la escritora norteamericana que el libro de ella más vendido ha llegado, si acaso, a los 200 ejemplares”. ¡Una croqueta por libro! Han definido a Louis Glück como una gran poeta de temas domésticos y del tiempo, que ella trasciende. Tan doméstico como hacer una tanda de croquetas, la mayoría las he congelado, por si acaso nos confinan de nuevo. Pero antes las hemos probado, ¡Están de rechupete! Tanto como la poesía sensitiva de la última ganadora del Nobel. - M. Rosario Ortiz -

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En mi primer sueño el mundo parecía
lo salado, lo amargo, lo prohibido, lo dulce
En mi segundo sueño descendía,

era humana, no veía nada de nada
bestia como soy

debía tocarlo, contenerlo

me escondí en la arboleda,
trabajé en los campos hasta que quedaron yermos

un tiempo
que nunca volverá-
el trigo seco en gravillas, cajones
de higos y aceitunas

Hasta amé alguna vez, a mi manera
repugnante, humana

y como todo el mundo llamé a ese logro
libertad erótica,
por absurdo que parezca

El trigo cosechado, almacenado; seca
la última fruta: el tiempo
que se acumula, sin usar,
¿también termina?


Louis Glück del libro "Las siete edades" (2001)
Traducción de Mirta Rosenberg. Pre-Textos, 2011