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:: limoná y alcagüeses

La Mari y Guillermo son,

a esas personas me refiero

que se pasan todo el año

esperando que llegue febrero


Y es que son ya muchos años

los que llevan haciendo esto

este año son veinticinco

y estamos todos muy contentos


Les han puesto una placa

por todo lo que están haciendo

por la fiesta de San Blas Chico

se merecen reconocimiento

*-.-.-*

«Cada cuatro de febrero se celebra la tradicional fiesta de “San Blas Chico”, tiene su origen en la fiesta que los hortelanos del lugar decidieron dedicar al santo obispo un día después de su festividad. No se conoce la fecha de inicio de la tradición, durante la mañana, se decora el carro con todo tipo de verduras que ofrecen los agricultores. Una curiosidad de la fiesta es que nadie en el pueblo conoce la identidad de la persona que encarnará el papel de San Blas Chico. Se trata de un secreto. A primera hora de la tarde, la “limoná”, los tostones y los “alcagüeses” hacen las delicias de los presentes en la nave donde desde hace casi una treintena de años parte la comitiva, por la generosidad de una familia* que mantiene la tradición. 

imagen::raúl - working progress


En el interior de la casa, en un cuarto donde no entra nadie, la propietaria de la misma es la encargada de llevar a cabo el ritual de vestir a San Blas Chico. Primero la sotana, después la capa, los guantes, el pelo y la barba, y por último la mitra y las gafas. Se completa el grotesco atuendo con una pieza clave: el báculo que va rematado en su parte superior por una enorme zanahoria y dos cebollas. Sale el “santo” y, entre la música y los cantos subidos de tono, sube al remolque sobre el que paseará en burlesca procesión por las calles del pueblo. Los cohetes anuncian la salida de la comitiva. Las cuatro en punto de la tarde y el carro hace su aparición. Una gran masa de gente recorre las calles del pueblo y, al llegar a la ermita de San Blas, se hace una parada donde cantan y bailan al son de la charanga. Acaba el desfile en la plaza del pueblo donde tiene lugar uno de los momentos más esperados de la fiesta: el “Pregón de San Blas Chico”. Varias personas del lugar, ante la presencia del “santo”, recitan unos dichos en verso que previamente les han entregado vecinos anónimos. Es el momento de la burla y la sátira en tono amable, en el que se hace un repaso de los acontecimientos ocurridos en el pueblo, en el país y en el mundo en el último año.

Podríamos estar ante una mascarada de invierno con orígenes en un rito de carácter pagano; una fiesta medieval de las que se denominan “fiestas de locos”. En el rito encontramos diferentes aspectos que podrían acercarnos a este planteamiento: Presencia de la agricultura como motor económico del lugar desde tiempos remotos, presencia de un personaje “enmascarado”, burla a los estamentos de la sociedad –en este caso al clero-, rienda suelta a la transgresión, al intercambio de roles; la sátira a través de la narración burlesca de los acontecimientos ocurridos en el lugar». (Fuente: Objetivo Tradición 2023)
imagen::calber

Julio Caro Baroja, en su obra El Carnaval, nos habla de los posibles orígenes de estos ritos de invierno que tienen lugar en los primeros meses del año: “Primero. La función en conjunto, la llevan a cabo los hombres (frecuentemente organizados en forma de asociaciones especiales) de un pueblo o una comarca. Segundo. Con gran frecuencia también se alude en ella a otros propósitos que los estrictamente agrícolas. Por ejemplo, a la expulsión de males en general. Tercero. El elemento satírico es fundamental en varios casos: hay un propósito deliberado de poner al aire toda la chismografía del lugar (…). Hoy, en la gran mayoría de los casos, la comparsa carnavalesca ejecuta una serie de actos con una forma tradicional, sin darles un sentido demasiado concreto; mejor dicho, el sentido está en aquella misma forma y nada más. Es posible que en tiempos distintos recibieran varias interpretaciones sucesivas (…). La suma de actos llevados a cabo por las mascaradas de primeros de año se desprende que su fin primordial es y ha sido sobre todo asegurar durante el año la buena marcha del grupo social al que pertenecen”. (Caro Baroja, 2006, 315-316).

:: carnaval


 
imagen::9barrios

Todo aquel que piense que la vida es desigual, tiene que saber que no es así, que la vida es una hermosura.  Hay que vivirla.  Todo aquel que piense que está solo y que está mal, tiene que saber que no es así, que en la vida no hay nadie solo. Siempre hay alguien. Ay, no hay que llorar, que la vida es un carnaval. Que es más bello vivir cantando oh oh oh ay, no hay que llorar, que la vida es una carnaval. Y las penas se van cantando. 

Para aquellos que se quejan tanto (bua) 
Para aquellos que solo critican (bua) 
Para aquellos que usan las armas (bua) 
Para aquellos que nos contaminen (bua) 
Para aquellos que hacen la guerra (bua) 
Para aquellos que viven pecando (bua) 
Para aquellos que nos maltratan (bua) 
Para aquellos que nos contagian (bua)

¡No hay que llorar, que la vida es un carnaval. Y las penas se van cantando!

La vida es un carnaval_ Celia Cruz. Autores: Victor Roberto Daniel

:: baturro

Carnaval, del latín vulgar carnem-levare, que significa “abandonar la carne”, era la prescripción obligatoria para todo el pueblo durante todos los viernes de la Cuaresma que a comienzos de la Edad Media la Iglesia Católica imponía. Es una celebración que tiene lugar inmediatamente antes de la Cuaresma cristiana que se inicia con el Miércoles de Ceniza, y que tiene fecha variable. En sus inicios, el Carnaval era un desfile en que los participantes vestían disfraces y usaban máscaras. En la actualidad se combinan además otros elementos: grupos que cantan coplas, desfiles y fiestas en la calle dependiendo del lugar de celebración. Su característica común es la de ser un período de permisividad. El origen parece que esté en las fiestas paganas que se realizaban en honor a Baco, el dios romano del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del toro Apis en Egipto. 

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::”el chaleco, siempre por dentro de la faja”. Lo decía mi abuelo, y esta desobediencia contrariamente es parte de la tradición, sacarse el chaleco por fuera, e incluso llevarlo desabrochado. Desde que tengo recuerdos todos en nuestra familia nos vestimos de “baturros” como rito iniciático de carnaval y lo hacemos con el mismo traje que proviene del siglo XIX: chaleco, calzón, faja o ceñidor, ropa interior (medias blancas y camiseta de manga larga, que cada uno toma de su padre o de su madre) las alpargatas de cintas rojas (tenemos dos pares de distinto tamaño) y el cachirulo, aunque en casa lo llamamos pañuelo.  El “baturrismo” nos tiene “obnubilados”. Pregunta mi tía política, qué tenemos nosotros con los maños. No se puede explicar, no es un disfraz, es una indumentaria tradicional, un empeño por asignar, a cada miembro de la parentela, una identidad, un uniforme en el que sentirse representado y vinculado con los que se vistieron antes que nosotros. Como nuestra familia es un exponente de vivacidad eligió como marca la figura del “baturro” que define la RAE como “diminutivo de bato, que significa hombre tonto o rústico, poco inteligente o de pocos alcances, aplícase vulgarmente a la gente del pueblo en Aragón”  Nosotros somos así “joteros”, tenaces, laboriosos, algo bruscos, con gracejo natural, espontáneos, perseverantes, socarrones. Vamos que llevamos un baturro en lo más dentro, aunque el chaleco lo llevemos por fuera de la faja por tradición, como muestra de rebeldía.

:: carnaval

"Alegremos el espíritu y preparémonos para el intenso año que nos queda por vivir."


imagen:calber

carteles del concurso de chirigotas de ediciones anteriores: aquí 

puedes ver + carteles de calber: aquí