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:: piscina de verano III

En verano, las aguas en su reflejo,
se deslizan suaves, destino divino,
piscinas que en azul guardan el camino,
son espejos del futuro, del deseo.
La ola desafía, en su juego, el esfuerzo,
dibujando en el alma un sendero fino,
el verano es espejo del estado divino,
y en su fondo profundo, la vida en concierto.
Refugio de sueños, de sol y de encanto,
las piscinas son alma en calma eterna,
donde el tiempo se funde en un solo canto,
y así la vida, en un instante, alterna,
entre agua y reflejo, en un manto blanco,
la suerte y la competición en la quimera.

Piscina de verano - Arturo Inclán



:: canguro II

Spain en el corazón de melón

Había una vez una pequeña canguro llamada Domi que soñaba con viajar más allá de las llanuras y bosques donde creció. Desde pequeño, su abuela Visi le contaba historias de los confines del planeta, donde los horizontes se funden con el cielo y los secretos solo los viajeros valientes descubren. Un día, lleno de curiosidad, Domi decidió partir para explorar esos límites. Se despidió de su familia y saltó entre montañas y ríos, guiado por las estrellas y el telescopio de su amigo Guille . En el camino, conoció criaturas distintas que compartían el deseo de explorar, soñar y crear. 

Llegó a Australia, un lugar donde la tierra parecía tocar el cielo y vio un árbol antiguo cuyas raíces y ramas conectaban historias de generaciones pasadas, reflejo de su familia y de todas las familias del mundo, unidas por un origen común. Tras días de exploración, Domi entendió que viajar no solo era físico, sino también un viaje hacia uno mismo y sus raíces. La naturaleza y las historias le enseñaron que en el corazón de cada ser hay una chispa de creatividad capaz de transformar el mundo y volver a casa con nuevas ideas. La creatividad no se agota, cuanto más la uses más tendrás. 

Al cabo de dos años, regresó a su hogar, más sabia y llena de historias. Su viaje le mostró que, aunque los límites parecen distantes, todos estamos conectados por un tronco común de vida, historia y creatividad. Desde entonces, compartió sus descubrimientos, recordando que la verdadera aventura empieza en nuestro interior y que el viaje más importante es entender quiénes somos y de dónde venimos. Arthur Inclán
imagen::calber -  Marcha: 26/11/23 - Regreso 06/05/25 - Encuentro 14/05/25 Pradera

:: canguro

imagen::calber -  Marcha: 26/11/23 
El canto del viejo canguro

Llena la boca la canción 
de la carrera que hizo un cangurón, 
que corrió, hazaña singular, de un tirón.
La salida en Warrigaborrigarooma el gran dios Ngong dio, 
primero el viejo canguro, después perro-amarillo dingo salió. 
El canguro voló saltando, 
las patas traseras como pistones usando. 
De la mañana a la noche saltó, 
ocho metros por salto. 
Perro-amarillo dingo se quedó 
cual amarilla nube lejana, 
tan atareado que no ladró. 
¡Cielos! toda la distancia hicieron. 
Nadie sabe adónde fueron, 
nadie siguió la ruta que hicieron, 
pues a aquel continente 
nadie le había dado nombre. 
Corrieron treinta grados 
desde Torres Straits a Leeuwin 
(mira el atlas, haz el favor) 
Y allí volvieron cuando llegaron.
Suponiendo que trotaras 
desde Adelaida hasta el Pacífico, 
una tarde corriendo, 
la mitad de lo que esos caballeros hicieron, 
bastante acalorado te sentirías, 
pero qué fabulosas piernas conseguirías. 
Sí, mi importuno niño, 
un chico maravilloso serías.

"El canto del viejo canguro" es un cuento corto, uno de los cuentos Just so de Rudyard Kipling. La historia fue contada por primera vez en voz alta por el autor a su hija Josephine como parte de su tradición oral. Luego fue escrita y publicada por primera vez en Ladies´Home Journal en junio de 1900. Trata sobre un canguro vanidoso que pide a tres dioses que lo hagan diferente de los demás animales y codiciado. Dos de ellos, el dios menor Nqa y el dios medio Nquing, se niegan, y solo el tercero, el dios mayor Nqong, acepta. El resultado es que el dingo perro amarillo intenta atrapar canguros por toda Australia, explicando así cómo los canguros adquirieron patas fuertes.
imagen::calber






:: carpintero

 
imagen::retrato de Amelia Ortiz

::en cada familia hay un artista, en mi familia hay varios. Está Marcos, su madre Amelia y el padre de ésta, que era carpintero. Un día al cambiar la puerta de la entrada de mi casa, encontramos dentro del armazón un hoja de madera que llevaba escrito a lápiz: “Esta puerta está hecha en el año 1.973 por el carpintero Cástulo Ortiz . Rocas 19-12-73”. Me sentí entonces como Lord Carnarvon en el Valle de los Reyes. El hallazgo renovó el interés del mundo occidental por la ebanistería. Siempre quise tener uno de esos cofres taraceados que mi tío hacía con rodajas de madera. Su hermano Teodorico también era artista, pintaba al óleo, junto a él asistí a mis primeras clases de pintura con Antonio Arias en París. He aquí un retrato que me hizo Amelia Ortiz cuando yo tenía 17 años. Siempre tendré 17 años en este retrato de mi querida prima Amelia.
 
 
Estudio II calber:: de izquierda a derecha, de arriba a abajo: 1.  ESTAMPA 22. DDR Art Gallery. Reproducción, Roger Sanguino - “Tutta effigies XVII y XVIII”, (Retrato resguardado XVII). Precio habitual  €25,000.00 cada figura 2. Reproducción. Renato Guttuso. Bottiglie, vecchia locandina in cornice, firmato Guttuso. 3. Proyecto retrato. Amelia Ortiz, lápiz sobre papel. 4. Escultura escayola “ángel”. 5 Portada de “Fuegos” de Ismael Serrano. La Bella Varsovia / Poesía 2019 6. Foto familia, primera comunión. 
 
En cada unidad familiar hay un carpintero, fabrica ataúdes
 
El padre fabrica su propia muerte. Se afana en la figura. Cuida la forma de los dedos. Los signos del desfallecimiento.
Estoy pensando qué me enseñó mi padre. Estoy recordando: no quise aprender nada.
Lo que no quería decir es: tendré siempre diecisiete años.
El padre construye los órganos del hijo a su semejanza. Se confía a la piedad.
El padre se construye dentro del hijo. En madera. Luego arde.

de Fuegos. La Bella Varsovia, 2019. Ismael Ramos. Premio Nacional de Poesía Joven 2022. El jurado ha destacado su obra 'Lixeiro’ por “la potencia de su imaginación poética, capaz de emprender un canto generacional entonado desde un desencanto reconciliado que conjuga ironía y nostalgia”