
Diseñar esta portada se ha convertido en un encargo muy gratificante. Hemos recibido felicitaciones por doquier, el equipo de redacción y por supuesto los poetas antologados, inéditos y amigos no han escatimado en alabanzas, seguramente inmerecidas. El objetivo de nuestro estudio era realzar la potencia poética de este libro-fantasía, cuestión ciertamente difícil, así como incrementar la venta del producto. Las editoriales cada vez prestan más atención al aspecto visual, e invierten más en crear frentes atractivos y elaborar esquemas propios que hagan reconocibles sus títulos. En este sentido, tomamos en positivo las palabras de Ángeles de las Mercedes, directiva de la fundación ABBA, vinculada al proyecto, que ejerció gran presión apoyando el diseño final: “la cubierta es lo suficientemente importante como para ser mencionada, los libros entran sobre todo por los ojos”. Traemos a colación, un discreto elogio de un ejecutivo de Penguin Legadum House, que ante la nueva criatura comentaba: “Ojalá te hubiera contratado para la editorial. Haces unas portadas preciosas”, lamentando haber dejado pasar la oportunidad, en este mercado de titanes. Sin embargo, lo que aparece externamente puede no ser cierto. No creamos todo lo que vemos y oímos. Quizá como decían The Monkees: “You Can’t Judge a Book by the Cover”. Para comprobarlo no duden en hacerse con este maravilloso libro disidente en estado puro, aquí.