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:: estar enamorado

El corazón es un órgano bastante complejo responsable del equilibrio y del amor. Las vibraciones amorosas son recibidas por el corazón, y esta información es trasmitida al cerebro. El laberinto es la estructura del corazón interno encargada del sentido del equilibrio. Consiste en tres canales semicirculares y dos cavidades. Por el interior de los canales circula la endolinfa. Las células sensoriales de los canales y las cavidades son células ciliadas. Cuando nuestra cabeza se mueve con el movimiento del cuerpo, la endolinfa circula por los canales, se mueven los cilios de las células sensoriales y estas emiten una señal en forma de impulso nervioso que es trasmitida al cerebro. El cerebro procesa esta información y envía impulsos nerviosos a los músculos para mantener el cuerpo en equilibrio. El cerebelo participa también en la coordinación de la acción amorosa. El corazón late unas setenta veces por minuto, gracias a su marcapasos natural, y bombea una media de unos 10.000 litros de sangre. ¡Eso es estar enamorado! 

imagen::calber

Hoy he visitado a mi cardióloga, Seda del Barrio. Sí, justo hoy 14 de febrero. Me cuenta: Paciente joven en seguimiento por enfermedad del amor OI. Refiere crisis de vértigo desde el 2010. Desde la última revisión ha presentado 8 crisis de vértigo de minutos de duración. RM normal. No clínica de VPPB. No nistagmo espontáneo ni evocado con la mirada. Test de Halmagyi negativo. PLAN: Revisión en 3 meses con ventrículometría. Mientras esperaba, el hilo musical me hacía confundir lo mío, era Raphael en Viña del Mar 1982:

Si confundes tu cuerpo con tu alma
es que estás enamorado, es que estás enamorado.
Si recuerdas los versos de tu infancia
es que estás enamorado, es que estás enamorado.
Si percibes el llanto mas callado
Si percibes el roce de unas manos
es que estás (no lo dudes) enamorado, enamorado

Estar enamorado es descubrir lo bella que es la vida
Estar enamorado es confundir la noche con los días
Estar enamorado es caminar con alas por el mundo
Estar enamorado es vivir con el corazón desnudo
Estar enamorado es ignorar el tiempo y su medida
Estar enamorado es contemplar la vida desde arriba
Estar enamorado es divisar la estrella más pequeña
Estar enamorado es olvidar la muerte y la tristeza
Estar enamorado es ver el mar con árboles y rosas
Estar enamorado es escuchar tu voz en otra boca
Estar enamorado es respirar el aire más profundo
Estar enamorado es confundir lo mío con lo tuyo


“Estar enamorado” - Canción de Raphael. Autores: Manuel Alvarez-Beigbeder Perez / Purificacion Casas Romero


:: las primas de Marilyn 216

imagen::Juan Ruiz Arias. Intervención con corazón a punto de cruz por los artistas visuales ca/mari

Marilyn Monroe y Jim Dougherty en el día de su boda en 1942. Estudio fotográfico "La Foto Eléctrica" situado en la calle Fuencarral, 8-10, de Madrid. Activo entre 1900 y 1965. Fue fundado por el prestigioso fotógrafo Juan Ruiz Arias. Durante la Guerra civil española, se tiene constancia de su filiación en el fichero de fotógrafos de la Junta Delegada de Defensa de Madrid. En la ficha, de 23 de diciembre de 1936, se indica que está casado, tiene 51 años y trabaja en "La Foto Eléctrica". Es miembro de la Sociedad Unión Fotográfica. Nacido en Palma Soriano, Santiago de Cuba, Cuba en 1885, allí debió encontrarse con Marilyn.

imagen::calber. Basada en el libro «The Secret Happiness of Marilyn Monroe» Dedicatoria de la novia a sus primas Raquel y Marisol Monroe Arias. La breve noticia que se coló en ABC y en otros medios españoles no tuvo continuidad.

En junio de 1958, ABC se hizo eco en sus páginas de una de las teorías más curiosas sobre los orígenes de su familia: «Parece que Marylin Monroe es hija de unos emigrantes españoles. Marylin Monroe es, según parece, hija de unos emigrantes españoles naturales de Toledo. Así lo ha afirmado Raquel Monroe Arias, vecina de esta ciudad que ha recibido una carta de su hermana Marisol, residente en Inglaterra, quien le comunica que la "prima Marylin" -cuyo verdadero nombre es Ana- irá próximamente a la Ciudad Imperial para ser madrina de su boda. La artista norteamericana ha estado ya algunas veces en España. Ha resaltado su prima que, pese a su propagandista presentación, es muy sencilla en sus gustos, y que ya entonces vestía falda negra con traje de chaqueta y zapatos con tacones pronunciados»

Con apenas 16 años de edad, Marilyn se casó con Jim Dougherty. Aún se llamaba Norma Jeane Baker. Se dice que fue un «matrimonio arreglado por conveniencia». La boda se celebró en 1942 (este es un dato importante) en una ceremonia sencilla de 20 personas. Dougherty fue llamado a filas al poco tiempo a Catalina Island. Ella comenzó a trabajar en una fábrica de aeronáutica mientras él estaba fuera, ensamblando piezas de aviones. Cuando volvió a casa, Norma ya no era la misma. Ganaba su dinero, era independiente, sabía de su sexapil y tenía otra vida. En una de las vueltas, cuatro años después, se encontró una carta de divorcio, relata el libro "La ambición rubia". tenía otras miras... Pero era lo que debía hacer, pensaba Jim Dougherty, en silencio.


 

:: frottage 7995



imagen:nicolás barahona

 
museo(·)salón — Ref.: 7995_frottage_221203_cent

— Imagen - WhiteboardArt. “No dejes que lo que no puedes hacer interfiera con lo que si puedes hacer”_ John R. Wooden. John Robert Wooden (Hall, Indiana 1910-Los Ángeles 2010) fue un entrenador de baloncesto estadounidense considerado el mejor entrenador de la historia de la NCAA. Integrado un “corazón picado”, viene de un proyecto colectivo con rosario ortiz. Propuesta calber para periodo navideño y boda familiar.

— Pablo´s Merchandising -  Restos de naturaleza Matamala by Pablo Martín Coble. El frottage (del francés frotter, 'frotar') es una técnica artística que consiste en frotar un lápiz sobre una hoja colocada sobre un objeto, consiguiendo una impresión de la forma y textura de ese objeto. Se puede hacer también con lápices de colores, o pintar sobre el primer esbozo. Fue ideado por el pintor surrealista Max Ernst en 1925.

— Picasso-Chanel. Retrato de Olga con cuello de piel, 1922-1923. Funcación Almine y Gernard Ruiz-Picasso para el Arte, Madrid. Visita guiada por la exposición con dos amigas maravillosas, Isabel y Evangelina de visita esta semana en Madrid. Momentos mágicos frente a uno de los retratos de Picasso.


— “calber”. Obra original. Calber. Técnica artística: papel Fabriano Tiepolo,  rotulador rojo staedtler tripus fineler  0.4. , formato 13x18cm. Fragmento I de tríptico: estructura en tiza.



— A—R—C—H—I—V—O—————————————————

 
«OsÇar es, sin duda, uno de los coleccionista nacionales cuya obra merece respeto y admiración. Por eso cuando me pidió un texto sobre su museo(·)salón para el libro “Museos-salón Internacionales”, no dudé en decir que sí. Fueron muchas las connotaciones que me sugirieron las obras que contiene este museo(·)salón, y de hecho me encantó reflexionar sobre la museología, sus estándares, y su presencia y pretensiones actuales. Os dejo con una bella y pequeña muestra y os traslado la reflexión; no dejéis de seguir su museo(·)salón». zarlos ortíz 
 



:: pájaro

¿Abuela, cómo se cuida a un pájaro?
Tú que siempre has sido de alas, abuela,
¿Cómo se le abre la boca a un gorrión pequeño para que coma?
¿Debo tapar su jaula temporal con una manta por las noches?
Así, como recuerdo que tú hacías.
¿Abuela, por qué siempre tuviste pájaros en tu casa?
¿Era por el canto que vuela por las paredes?
¿Por eso se iluminaba tu sonrisa en el patio
cuando les saludabas por la mañana?
¿Abuela, cómo se entiende a un pájaro?
 
P. ABUELA, fragmento. Para volverse pájaro. 
Acoyani Guzmán Bárcena, Ed. La poesía mancha, 2018
 

imagen::calber

::“Es fresa, todo vestido de rojo para el amor” pese a su juventud, hoy, once de octubre cumple diez años y ha vivido tres veces en lugares desiguales: su propia y corta vida, la vida de la abuelita de Hugo y la vida de pájaro en árbol español, al que llegó justo hoy dos años antes de que él naciera. Instalado en ese árbol en palabras de Carlos Sa-lem el primer día del taller: “se juega a diario las ilusiones intactas de cambiar algo o de cambiarlo todo”. Muchas felicidades Hugo, saludos abuela, felicidad pájaro.

:: helado de moras

 “Verano ardiente soy”- Hoy 21 de junio de 2022 comienza el verano en el hemisferio norte. La fecha es variable y depende del solsticio de Junio. Es justo el día más largo del año y también la noche más corta. A partir de este momento los días comienzan a acortarse poco a poco teniendo una duración de 93 días y 15 horas, con lo que finalizará el 22 de septiembre. Acaba de empezar y ya siento que está terminando. Qué lejos aquellos veranos de la infancia (aviso entrando en arenas pantanosas-lugar común) que parecían eternos. Así dice el refrán “veraneando, se va el tiempo volando”. El estío es la estación más maravillosa del mundo (“fuego yo infinito”). Los meses de calor son los más esperados, y mientras pienso donde voy de vacaciones me preparo un helado de moras de zarza de jardín y un poema sobre el verano, a ver si el hielo enfría mi pasión.


imagen::calber

Duro es tu corazón como el granito;

mi corazón como la cera tierno:

verano ardiente soy; tú helado invierno;

tú nieve eterna; fuego yo infinito.


 
Yo me acerco a tu nieve, y no tirito;

antes crece la furia de este infierno;

y hiélate a ti más mi fuego eterno,

y ni me apagas ¡ay! ni te derrito.


 
¿Cómo encuentro calor donde no hay llama?

¿Cómo no da calor la llama mía?

¿Cómo mi incendio tu esquivez no inflama?


 
¿Cómo tu hielo mi pasión no enfría?

 ¡Oh! ¿por qué no nos hizo el hado aleve,

o de fuego a los dos, o a ambos de nieve?

Fuego y nieve - de Pedro Antonio de Alarcón -

:: rubedu

 

imagen::nicolás barahona

::virgen del desarrollo físico y motor, que “Rubedu” ¡está creciendo ya! El crecimiento prenatal es muy acelerado, se distinguen dos etapas desde el momento en el que el cigoto se fija en las paredes de la cavidad uterina y comienza a desarrollarse:


a) Etapa germinal: desde la concepción hasta las dos primeras semanas. Esta ya la hemos pasado. Se unen el óvulo y el espermatozoide formando el cigoto. Aparece la placenta y el cordón umbilical. 


b) Etapa embrionaria: Aquí es donde estamos, ¡qué nervios! Va desde la 2ª hasta la 8ª semana tras la fecundación. Esta etapa es importante porque en ella se dan los procesos de morfogénesis (progresiva diferenciación de las distintas partes del cuerpo) y de histogénesis (diferenciación de las células en tejidos especializados) Al final de esta etapa, ya existe una figura con morfología humana y con un corazón que late, siendo su tamaño de apenas tres centímetros. Oh my god!  “
Rubedu”  tiene ya el corazoncito como una aceituna y hace tic-toc!!

:: esperando

  

imagen::calber >>> a la m*a*r*c*e, esperando poder cerrar los ojos plácidamente en estos días de tristeza, y a nuestro llanto aguardado.



Este corazón mío, tan abierto y tan simple, es ya casi una fuente debajo de mi llanto. Es un dolor sentado más allá de la muerte. Un dolor esperando... Esperando... Esperando... Todas las horas pasan con la muerte en los hombros. Yo sola sigo quieta con mi sombra en los brazos. No me cesa en los ojos de golpear el crepúsculo, ni me tumba la vida como un árbol cansado. Este corazón mío, que ni él mismo se oye, que ni él mismo se siente de tan mudo y tan largo. ¡Cuántas veces lo he visto por las sendas inútiles recogiendo espejismos, como un lago estrellado! es un dolor sentado más allá de la muerte, dolor hecho de espigas y sueños desbandados. Creyéndome gaviota, verme partido el vuelo, dándome a las estrellas, encontrarme en los charcos. ¡Yo que siempre creí desnudarme la angustia con solo echar mi alma a girar con los astros! ¡oh mi dolor, sentado más allá de la muerte! ¡este corazón mío, tan abierto y tan largo!

Poema de la íntima agonía -- de Julia de Burgos --


:: aire

 «El pasadizo no acababa nunca, pero ya iba a acabar, de repente olería el aire libre lleno de estrellas»  La noche boca arriba _Julio Cortázar

(2:9) Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en el este iba delante ellos, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. _ Evangelio según San Mateo.

 

imagen::calber
 
¡Respira, el aire es amor! este es mi deseo purificador para el próximo año. Qué extraño la realidad por la que estamos pasando, casi una ensoñación, estrellas que aún lucen y otras que se apagaron, pero brillan en el interior. También hemos descubierto lo importante de las cosas sencillas, como el aire. Influido por los fenómenos cósmicos, he mezclado a Cortázar con San Mateo, es fácil hacer volar la imaginación, dejarse llevar por Kepler que determinó que las conjunciones de Júpiter y Saturno formaron “La estrella de Navidad”. Paradójicamente, desde hace 400 años los dos planetas no habían estado tan juntos como este infausto 2020 de Covid y distancia de seguridad. Resistamos en la esperanza, al menos, de cuatro siglos por delante de vacuna, aire y amor. Feliz Navidad y próspero 2021!
 

Una idea de Pérez-Muelas, a partir del cuento de Cortázar «La noche boca arriba»

 

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:: La noche boca arriba

La noche del  21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno, se produjo la “gran conjunción”.  Júpiter y Saturno, se vieron tan cerca, que parecían una sola estrella en el cielo. La llaman "Estrella de Navidad”.  Los dos gigantes gaseosos no habían estado tan próximos desde hace 400 años. Cada 20 años Júpiter alcanza a Saturno en su carrera alrededor del Sol, visto desde la Tierra. En ese momento, los tres planetas se alinean. Y han pasado casi 800 años desde que esta conjunción se produjera por la noche. Un espectáculo que se volverá a repetir en el 2080.

imagen::calber

«La noche boca arriba» es un cuento de Julio Cortázar. Apareció en "Final del juego" publicado en 1955 —primera edición en México— y posteriormente en 1964 —segunda edición aumentada. La narración está incluida en la tercera parte del libro.  

Una idea de José María Pérez-Muelas: "Contra Rayuela, libros que envejecen"

imagen::NASA


«La noche boca arriba»

A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde y se apuró a salir a la calle y sacar la motocicleta del rincón donde el portero de al lado le permitía guardarla. En la joyería de la esquina vio que eran las nueve menos diez; llegaría con tiempo sobrado adonde iba. El sol se filtraba entre los altos edificios del centro, y él -porque para sí mismo, para ir pensando, no tenía nombre- montó en la máquina saboreando el paseo. La moto ronroneaba entre sus piernas, y un viento fresco le chicoteaba los pantalones.
Dejó pasar los ministerios (el rosa, el blanco) y la serie de comercios con brillantes vitrinas de la calle Central. Ahora entraba en la parte más agradable del trayecto, el verdadero paseo: una calle larga, bordeada de árboles, con poco tráfico y amplias villas que dejaban venir los jardines hasta las aceras, apenas demarcadas por setos bajos. Quizá algo distraído, pero corriendo por la derecha como correspondía, se dejó llevar por la tersura, por la leve crispación de ese día apenas empezado. Tal vez su involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente. Cuando vio que la mujer parada en la esquina se lanzaba a la calzada a pesar de las luces verdes, ya era tarde para las soluciones fáciles. Frenó con el pie y con la mano, desviándose a la izquierda; oyó el grito de la mujer, y junto con el choque perdió la visión. Fue como dormirse de golpe.
Volvió bruscamente del desmayo. Cuatro o cinco hombres jóvenes lo estaban sacando de debajo de la moto. Sentía gusto a sal y sangre, le dolía una rodilla y cuando lo alzaron gritó, porque no podía soportar la presión en el brazo derecho. Voces que no parecían pertenecer a las caras suspendidas sobre él, lo alentaban con bromas y seguridades. Su único alivio fue oír la confirmación de que había estado en su derecho al cruzar la esquina. Preguntó por la mujer, tratando de dominar la náusea que le ganaba la garganta. Mientras lo llevaban boca arriba hasta una farmacia próxima, supo que la causante del accidente no tenía más que rasguños en la piernas. “Usté la agarró apenas, pero el golpe le hizo saltar la máquina de costado…”; Opiniones, recuerdos, despacio, éntrenlo de espaldas, así va bien, y alguien con guardapolvo dándole de beber un trago que lo alivió en la penumbra de una pequeña farmacia de barrio.
La ambulancia policial llegó a los cinco minutos, y lo subieron a una camilla blanda donde pudo tenderse a gusto. Con toda lucidez, pero sabiendo que estaba bajo los efectos de un shock terrible, dio sus señas al policía que lo acompañaba. El brazo casi no le dolía; de una cortadura en la ceja goteaba sangre por toda la cara. Una o dos veces se lamió los labios para beberla. Se sentía bien, era un accidente, mala suerte; unas semanas quieto y nada más. El vigilante le dijo que la motocicleta no parecía muy estropeada. “Natural”, dijo él. “Como que me la ligué encima…” Los dos rieron y el vigilante le dio la mano al llegar al hospital y le deseó buena suerte. Ya la náusea volvía poco a poco; mientras lo llevaban en una camilla de ruedas hasta un pabellón del fondo, pasando bajo árboles llenos de pájaros, cerró los ojos y deseó estar dormido o cloroformado. Pero lo tuvieron largo rato en una pieza con olor a hospital, llenando una ficha, quitándole la ropa y vistiéndolo con una camisa grisácea y dura. Le movían cuidadosamente el brazo, sin que le doliera. Las enfermeras bromeaban todo el tiempo, y si no hubiera sido por las contracciones del estómago se habría sentido muy bien, casi contento.
Lo llevaron a la sala de radio, y veinte minutos después, con la placa todavía húmeda puesta sobre el pecho como una lápida negra, pasó a la sala de operaciones. Alguien de blanco, alto y delgado, se le acercó y se puso a mirar la radiografía. Manos de mujer le acomodaban la cabeza, sintió que lo pasaban de una camilla a otra. El hombre de blanco se le acercó otra vez, sonriendo, con algo que le brillaba en la mano derecha. Le palmeó la mejilla e hizo una seña a alguien parado atrás.
Como sueño era curioso porque estaba lleno de olores y él nunca soñaba olores. Primero un olor a pantano, ya que a la izquierda de la calzada empezaban las marismas, los tembladerales de donde no volvía nadie. Pero el olor cesó, y en cambio vino una fragancia compuesta y oscura como la noche en que se movía huyendo de los aztecas. Y todo era tan natural, tenía que huir de los aztecas que andaban a caza de hombre, y su única probabilidad era la de esconderse en lo más denso de la selva, cuidando de no apartarse de la estrecha calzada que solo ellos, los motecas, conocían.
Lo que más lo torturaba era el olor, como si aun en la absoluta aceptación del sueño algo se revelara contra eso que no era habitual, que hasta entonces no había participado del juego. “Huele a guerra”, pensó, tocando instintivamente el puñal de piedra atravesado en su ceñidor de lana tejida. Un sonido inesperado lo hizo agacharse y quedar inmóvil, temblando. Tener miedo no era extraño, en sus sueños abundaba el miedo. Esperó, tapado por las ramas de un arbusto y la noche sin estrellas. Muy lejos, probablemente del otro lado del gran lago, debían estar ardiendo fuegos de vivac; un resplandor rojizo teñía esa parte del cielo. El sonido no se repitió. Había sido como una rama quebrada. Tal vez un animal que escapaba como él del olor a guerra. Se enderezó despacio, venteando. No se oía nada, pero el miedo seguía allí como el olor, ese incienso dulzón de la guerra florida. Había que seguir, llegar al corazón de la selva evitando las ciénagas. A tientas, agachándose a cada instante para tocar el suelo más duro de la calzada, dio algunos pasos. Hubiera querido echar a correr, pero los tembladerales palpitaban a su lado. En el sendero en tinieblas, buscó el rumbo. Entonces sintió una bocanada del olor que más temía, y saltó desesperado hacia adelante.
-Se va a caer de la cama -dijo el enfermo de la cama de al lado-. No brinque tanto, amigazo.
Abrió los ojos y era de tarde, con el sol ya bajo en los ventanales de la larga sala. Mientras trataba de sonreír a su vecino, se despegó casi físicamente de la última visión de la pesadilla. El brazo, enyesado, colgaba de un aparato con pesas y poleas. Sintió sed, como si hubiera estado corriendo kilómetros, pero no querían darle mucha agua, apenas para mojarse los labios y hacer un buche. La fiebre lo iba ganando despacio y hubiera podido dormirse otra vez, pero saboreaba el placer de quedarse despierto, entornados los ojos, escuchando el diálogo de los otros enfermos, respondiendo de cuando en cuando a alguna pregunta. Vio llegar un carrito blanco que pusieron al lado de su cama, una enfermera rubia le frotó con alcohol la cara anterior del muslo, y le clavó una gruesa aguja conectada con un tubo que subía hasta un frasco lleno de líquido opalino. Un médico joven vino con un aparato de metal y cuero que le ajustó al brazo sano para verificar alguna cosa. Caía la noche, y la fiebre lo iba arrastrando blandamente a un estado donde las cosas tenían un relieve como de gemelos de teatro, eran reales y dulces y a la vez ligeramente repugnantes; como estar viendo una película aburrida y pensar que sin embargo en la calle es peor; y quedarse.
Vino una taza de maravilloso caldo de oro oliendo a puerro, a apio, a perejil. Un trozito de pan, más precioso que todo un banquete, se fue desmigajando poco a poco. El brazo no le dolía nada y solamente en la ceja, donde lo habían suturado, chirriaba a veces una punzada caliente y rápida. Cuando los ventanales de enfrente viraron a manchas de un azul oscuro, pensó que no iba a ser difícil dormirse. Un poco incómodo, de espaldas, pero al pasarse la lengua por los labios resecos y calientes sintió el sabor del caldo, y suspiró de felicidad, abandonándose.
Primero fue una confusión, un atraer hacia sí todas las sensaciones por un instante embotadas o confundidas. Comprendía que estaba corriendo en plena oscuridad, aunque arriba el cielo cruzado de copas de árboles era menos negro que el resto. “La calzada”, pensó. “Me salí de la calzada.” Sus pies se hundían en un colchón de hojas y barro, y ya no podía dar un paso sin que las ramas de los arbustos le azotaran el torso y las piernas. Jadeante, sabiéndose acorralado a pesar de la oscuridad y el silencio, se agachó para escuchar. Tal vez la calzada estaba cerca, con la primera luz del día iba a verla otra vez. Nada podía ayudarlo ahora a encontrarla. La mano que sin saberlo él aferraba el mango del puñal, subió como un escorpión de los pantanos hasta su cuello, donde colgaba el amuleto protector. Moviendo apenas los labios musitó la plegaria del maíz que trae las lunas felices, y la súplica a la Muy Alta, a la dispensadora de los bienes motecas. Pero sentía al mismo tiempo que los tobillos se le estaban hundiendo despacio en el barro, y la espera en la oscuridad del chaparral desconocido se le hacía insoportable. La guerra florida había empezado con la luna y llevaba ya tres días y tres noches. Si conseguía refugiarse en lo profundo de la selva, abandonando la calzada más allá de la región de las ciénagas, quizá los guerreros no le siguieran el rastro. Pensó en la cantidad de prisioneros que ya habrían hecho. Pero la cantidad no contaba, sino el tiempo sagrado. La caza continuaría hasta que los sacerdotes dieran la señal del regreso. Todo tenía su número y su fin, y él estaba dentro del tiempo sagrado, del otro lado de los cazadores.
Oyó los gritos y se enderezó de un salto, puñal en mano. Como si el cielo se incendiara en el horizonte, vio antorchas moviéndose entre las ramas, muy cerca. El olor a guerra era insoportable, y cuando el primer enemigo le saltó al cuello casi sintió placer en hundirle la hoja de piedra en pleno pecho. Ya lo rodeaban las luces y los gritos alegres. Alcanzó a cortar el aire una o dos veces, y entonces una soga lo atrapó desde atrás.
-Es la fiebre -dijo el de la cama de al lado-. A mí me pasaba igual cuando me operé del duodeno. Tome agua y va a ver que duerme bien.
Al lado de la noche de donde volvía, la penumbra tibia de la sala le pareció deliciosa. Una lámpara violeta velaba en lo alto de la pared del fondo como un ojo protector. Se oía toser, respirar fuerte, a veces un diálogo en voz baja. Todo era grato y seguro, sin acoso, sin… Pero no quería seguir pensando en la pesadilla. Había tantas cosas en qué entretenerse. Se puso a mirar el yeso del brazo, las poleas que tan cómodamente se lo sostenían en el aire. Le habían puesto una botella de agua mineral en la mesa de noche. Bebió del gollete, golosamente. Distinguía ahora las formas de la sala, las treinta camas, los armarios con vitrinas. Ya no debía tener tanta fiebre, sentía fresca la cara. La ceja le dolía apenas, como un recuerdo. Se vio otra vez saliendo del hotel, sacando la moto. ¿Quién hubiera pensado que la cosa iba a acabar así? Trataba de fijar el momento del accidente, y le dio rabia advertir que había ahí como un hueco, un vacío que no alcanzaba a rellenar. Entre el choque y el momento en que lo habían levantado del suelo, un desmayo o lo que fuera no le dejaba ver nada. Y al mismo tiempo tenía la sensación de que ese hueco, esa nada, había durado una eternidad. No, ni siquiera tiempo, más bien como si en ese hueco él hubiera pasado a través de algo o recorrido distancias inmensas. El choque, el golpe brutal contra el pavimento. De todas maneras al salir del pozo negro había sentido casi un alivio mientras los hombres lo alzaban del suelo. Con el dolor del brazo roto, la sangre de la ceja partida, la contusión en la rodilla; con todo eso, un alivio al volver al día y sentirse sostenido y auxiliado. Y era raro. Le preguntaría alguna vez al médico de la oficina. Ahora volvía a ganarlo el sueño, a tirarlo despacio hacia abajo. La almohada era tan blanda, y en su garganta afiebrada la frescura del agua mineral. Quizá pudiera descansar de veras, sin las malditas pesadillas. La luz violeta de la lámpara en lo alto se iba apagando poco a poco.
Como dormía de espaldas, no lo sorprendió la posición en que volvía a reconocerse, pero en cambio el olor a humedad, a piedra rezumante de filtraciones, le cerró la garganta y lo obligó a comprender. Inútil abrir los ojos y mirar en todas direcciones; lo envolvía una oscuridad absoluta. Quiso enderezarse y sintió las sogas en las muñecas y los tobillos. Estaba estaqueado en el piso, en un suelo de lajas helado y húmedo. El frío le ganaba la espalda desnuda, las piernas. Con el mentón buscó torpemente el contacto con su amuleto, y supo que se lo habían arrancado. Ahora estaba perdido, ninguna plegaria podía salvarlo del final. Lejanamente, como filtrándose entre las piedras del calabozo, oyó los atabales de la fiesta. Lo habían traído al teocalli, estaba en las mazmorras del templo a la espera de su turno.
Oyó gritar, un grito ronco que rebotaba en las paredes. Otro grito, acabando en un quejido. Era él que gritaba en las tinieblas, gritaba porque estaba vivo, todo su cuerpo se defendía con el grito de lo que iba a venir, del final inevitable. Pensó en sus compañeros que llenarían otras mazmorras, y en los que ascendían ya los peldaños del sacrificio. Gritó de nuevo sofocadamente, casi no podía abrir la boca, tenía las mandíbulas agarrotadas y a la vez como si fueran de goma y se abrieran lentamente, con un esfuerzo interminable. El chirriar de los cerrojos lo sacudió como un látigo. Convulso, retorciéndose, luchó por zafarse de las cuerdas que se le hundían en la carne. Su brazo derecho, el más fuerte, tiraba hasta que el dolor se hizo intolerable y hubo que ceder. Vio abrirse la doble puerta, y el olor de las antorchas le llegó antes que la luz. Apenas ceñidos con el taparrabos de la ceremonia, los acólitos de los sacerdotes se le acercaron mirándolo con desprecio. Las luces se reflejaban en los torsos sudados, en el pelo negro lleno de plumas. Cedieron las sogas, y en su lugar lo aferraron manos calientes, duras como el bronce; se sintió alzado, siempre boca arriba, tironeado por los cuatro acólitos que lo llevaban por el pasadizo. Los portadores de antorchas iban adelante, alumbrando vagamente el corredor de paredes mojadas y techo tan bajo que los acólitos debían agachar la cabeza. Ahora lo llevaban, lo llevaban, era el final. Boca arriba, a un metro del techo de roca viva que por momentos se iluminaba con un reflejo de antorcha. Cuando en vez del techo nacieran las ESTRELLAS y se alzara ante él la escalinata incendiada de gritos y danzas, sería el fin. El pasadizo no acababa nunca, pero ya iba a acabar, de repente olería el aire libre lleno de estrellas, pero todavía no, andaban llevándolo sin fin en la penumbra roja, tironeándolo brutalmente, y él no quería, pero cómo impedirlo si le habían arrancado el amuleto que era su verdadero corazón, el centro de la vida.
Salió de un brinco a la noche del hospital, al alto cielo raso dulce, a la sombra blanda que lo rodeaba. Pensó que debía haber gritado, pero sus vecinos dormían callados. En la mesa de noche, la botella de agua tenía algo de burbuja, de imagen traslúcida contra la sombra azulada de los ventanales. Jadeó buscando el alivio de los pulmones, el olvido de esas imágenes que seguían pegadas a sus párpados. Cada vez que cerraba los ojos las veía formarse instantáneamente, y se enderezaba aterrado pero gozando a la vez del saber que ahora estaba despierto, que la vigilia lo protegía, que pronto iba a amanecer, con el buen sueño profundo que se tiene a esa hora, sin imágenes, sin nada… Le costaba mantener los ojos abiertos, la modorra era más fuerte que él. Hizo un último esfuerzo, con la mano sana esbozó un gesto hacia la botella de agua; no llegó a tomarla, sus dedos se cerraron en un vacío otra vez negro, y el pasadizo seguía interminable, roca tras roca, con súbitas fulguraciones rojizas, y él boca arriba gimió apagadamente porque el techo iba a acabarse, subía, abriéndose como una boca de sombra, y los acólitos se enderezaban y de la altura una luna menguante le cayó en la cara donde los ojos no querían verla, desesperadamente se cerraban y abrían buscando pasar al otro lado, descubrir de nuevo el cielo raso protector de la sala. Y cada vez que se abrían era la noche y la luna mientras lo subían por la escalinata, ahora con la cabeza colgando hacia abajo, y en lo alto estaban las hogueras, las rojas columnas de rojo perfumado, y de golpe vio la piedra roja, brillante de sangre que chorreaba, y el vaivén de los pies del sacrificado, que arrastraban para tirarlo rodando por las escalinatas del norte. Con una última esperanza apretó los párpados, gimiendo por despertar. Durante un segundo creyó que lo lograría, porque estaba otra vez inmóvil en la cama, a salvo del balanceo cabeza abajo. Pero olía a muerte y cuando abrió los ojos vio la figura ensangrentada del sacrificador que venía hacia él con el cuchillo de piedra en la mano. Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los sueños; un sueño en el que había andado por extrañas avenidas de una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas. En la mentira infinita de ese sueño también lo habían alzado del suelo, también alguien se le había acercado con un cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba,

:: smile


foto:: calber





Salías del templo un día, Llorona,

Cuando al pasar yo te vi,

Salías del templo un día, Llorona,

Cuando al pasar yo te vi.

Hermoso huipil llevabas, Llorona,

Que la Virgen te creí,

Hermoso huipil llevabas, Llorona,

Que la Virgen te creí.



«La llorona» es una canción popular, originada en la zona del istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. De autor desconocido, se dice que fue creada en la década de 1850. Pasó a la historia como una pieza de acervo cultural y del folclor mexicano. Con el paso de los años, la letra ha sido modificada y cuenta con más de 500 versiones. Esta versión, inspiró a mi tatarabuelo Rafael Ramos, que estaba cautivado por la cultura mexicana, para escribir a su novia y pedirle relaciones:  Apreciable Josefa, el contenido de esta [carta] es para decirte como desde que te vi esta mañana, cuando ibas a misa, tanta ha sido la gracia que me has hecho, que no puedo por menos que decirte que si no tienes la palabra dada y quieres hablar conmigo desde luego me lo puedes decir y espero la contestación 



La luna es una mujer, Llorona

Y por eso el sol de España

La luna es una mujer, Llorona

Y por eso el sol de España

Anda que bebe los montes, Llorona

Porque la luna lo engaña

Anda que bebe los montes, Llorona

Porque la luna lo engaña



En su mayoría, en las diferentes versiones de «La llorona» el amor y el dolor del relato se amalgaman en una pieza musical con métrica perfecta que utiliza versos con rima en 11 y 8 ritmos repetidos un par de veces para crear una estrofa breve de 4 versos. Rafael Ramos escribió también su versión, se piensa que de su puño y letra, en noviembre de 1876. En agradecimiento por su compromiso con mi tatabuela Josefa Ortiz, que según cuentan las crónicas, en un primer momento se resistió, pero pronto sucumbió ante tanto amor.



Ahí tienes mi corazón, Llorona,

Envuelto entre papeles

Ahí tienes mi corazón, Llorona,

Envuelto entre papeles.

Y diviértete con él, Llorona,

Ya que conmigo no quieres,

Y diviértete con él, Llorona,

Ya que conmigo no quieres.

¡Ay de mí!, Llorona, Llorona,

Llorona de ayer y hoy,

¡Ay de mí!, Llorona, Llorona,

Llorona de ayer y hoy.

Ayer maravilla fui, Llorona,

Y ahora ni sombra soy,

Ayer maravilla fui, Llorona,

Y ahora ni sombra soy.
 

:: enamórate


“De acuerdo en que lo quieras todo. Pero encuentro un obstáculo, solamente uno: el tiempo es corto y el arte es largo. En mi opinión, deberas prepararte, aprender algo. Asóciate a un buen poeta…”  oído a mefistófeles
 
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Una sugerencia para vivir intensamente el nuevo año es tener claro, el objetivo trazado. Voy a proponer uno: “fall in love with 2020”. Si no sabes a dónde vas, ¿cómo podrás llegar? El primer paso para componer una buena historia es dilucidar qué quieres transmitir con ella. Por tanto, suerte con el proyecto, antes de comenzar a redactar, pregúntate qué persigues al reescribir tu año nuevo: quizá afirmarte en lo que realmente eres, aprovechar la oportunidad, mantener la sonrisa, una metamorfosis, adquirir bienes raíces, tomar riesgos calculados, experiencias excitantes, describir la belleza. Una vez que alumbras un deseo  para el futuro puedes reorganizar su escritura tomando cada elemento principal y poniéndolo al servicio del sentido último del poema. Porque, qué es la vida sino un poema por escribir. 💚 Enamórate del *2020*

:: enamórate del verano

 
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Los veraneantes están al pie de un arroyo, bajo las hayas, rodeados de yeguas de grandes alvéolos. Aunque tiene alergia a los abedules y a los geranios, disfruta del bullicio de la gente y el silbido del viento sobre el mar. La monitora se explayó hablando de las gramíneas que se extienden por el área mediterránea. Con la canícula crecen las chirimoyas. El huésped nos parece extraño por su vestimenta estrafalaria y espléndida. Toma cada jornada un cóctel de yogur, jengibre y la ralladura de un limón. Mientras, en el fogón del barco, el cocinero freía pescado y hervía huevos. Un artista ansioso de éxito compuso una sinfonía de carácter lúdico sobre el sol. La ballena jorobada engulle y se zambulle, ahora está varada en la orilla. Tomamos un vermut al lado de la arcada de agua cristalina, cerca del collado de su majestad. El cleptómano con estrabismo y alopecia disfrutará de las vacaciones hasta que empiecen a crujir las nubes. ¡Enamórate del verano!

:: antimateria

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::una vez en mayo, me pregunto qué está pasando con la antimateria. Las hipótesis científicas aceptadas afirman que en el origen del universo existía materia y antimateria en iguales proporciones. Pero ambas se aniquilan mutuamente, dando como resultado energía pura. Tengo curiosidad porque la mayoría de colectivos y plataformas de intercambio de ideas sobre el mundo de la creatividad –o sea modelnos–, hablan en primavera de la antimateria. El universo que observamos está compuesto únicamente por materia. Se desconocen los motivos por los que no se han encontrado grandes estructuras de antimateria en el universo. Aquí es cuando me paro, reflexiono sobre la opinión de los creadores de tendencias, y me veo un poco en esta fase. Como “lleno” de partículas vacilantes, pero “vacío” de ideas. Y lo que se me genera no es energía. Una situación recurrente, cíclica, que me viene de años, o de fábrica, de mi naturaleza. Parece ser que hubo un proceso por el que la cantidad de materia superó a la de antimateria y por eso estoy/estamos así. Tengo que trabajar sobre esto. Quizá tú, miembro de esos colectivos tengas algo que decirme que arroje un poco de luz, ahora que se nos acerca el verano. Pues eso que no me aclaro. Me despido con un último dato, la nave Enterprise de Star Trek utilizaba antimateria como combustible.

_actualización :: espirales | calaveras | mariposas | a brilliant cat | corazones | hearts | rayas | líneas | blancos | franjas | vetas | una estrella | cabrallos | espirales * intento plasmar estas reflexiones sobre la antimateria mientras manejo los highlighters y subrayo apuntes de una materia que es administración que aniquila otra que es “fantasía”.

:: catalino

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Me encanta Egipto, allí los gatos son animales protectores, la encarnación del dios Ra. Su domesticación tuvo lugar en el  IV milenio a.C. El gato de Cleopatra es tratado como rey. Cuando pide chuches muy frecuentemente, maulla, gime, gruñe y bufa. Es un niño mimado. La leyenda dice que es independiente, limpio, tanto se habla de él, he hecho un master sobre felinos este último lustro. Si algo he aprendido es que no terminas de conocer a tu gato nunca. Tu gato eres tú mismo, es tu hijo, tu pareja, nunca estás seguro de si son treinta y ocho sus cromosomas. En casa vive un animal sagrado de nombre catalino, catino, catalinón, es muy suyo, todos son muy de ellos. Es egoísta, caprichoso, tan mono!.

Hay una historia en Catalino. Una vez se cayó por la ventana de un segundo piso, caen de pie porque a Mahoma le gustaba acariciarles el lomo. Sin embargo él es poco practicante por eso se rompió un colmillo, y ahora te araña doblemente. Se le hacen nudos en el pelo, bolas muy grandes como si fuera una oveja merina. Llora por un ojo, es un defecto genético de la membrana nictitante que le provoca la lágrima fácil. Cada cierto tiempo visita al doctor, porque también es muy delicadito del estómago, padece de cistitis crónica, en este sentido es muy hombre a pesar de haberle extirpado las gónadas. Nos dijo el doctor que etológicamente ve a su tutora y emperatriz como sustituta de su madre, en realidad cree que es su madre y a veces su esposa. Por eso sufre psicológicamente de estrés, desarrolla comportamientos neuróticos, esto es muy normal. Pobrecito, dicen que los gatos cuando ven marchar a sus dueños piensan que no volverán nunca. Como para no estar atacados. Estamos todos fatal de los nervios.

Catalino es un gato mestizo, mezcla de persa y siamés, es un ejemplar raro, de pelo largo, gris a veces lila y esponjoso que llena toda superficie de nieve, de pelusas radiactivas en plan explosión nuclear. Desde que estrenó casa ha cambiado el pelaje para “camaleonarse” con la tarima flotante. Sus padres abandonaron gradualmente la vida silvestre para que los cachorros convivieran con nosotros. Su criador era el doctor “Bacterio” y en el proceso algo salió regular. Un tío suyo es famoso, trabaja con su hermana “isidra” en “la que se avecina” por esto de la farándula piensa que es guapo y salvaje. Y en verdad lo es, cada mañana hay una procesión de señoras esperando que salga a la ventana para decirle bellezón. Tiene unos ojos felinos, azul celeste que se convierten en cielo luminoso o en tormenta dependiendo del momento. En realidad es un buhito que te mira con inteligencia, y eso es algo que engancha. Supongo que un gato es un amigo, un descubridor de vacíos, de anhelos, también es un motor. Catalino siempre tiene ganas de tener razón, de llevar la razón, es el centro del mundo. Hay que estar siempre preparado para atender a sus deseos y eso cansa mucho pero en medio de la fatiga, te hace la croqueta, se sube a tu tripa, a tu cabeza, ronronea, esa música y sus abrazos son terapéuticos.

Es nuestra diosa Bastet y todo en casa debe estar a su gusto: las ventanas abiertas para salir al patio, la puerta despejada para buscar el correo, las mesas libres para poner sus pezuñas, todo diáfano, ¡alfombras a sus pies!. Desde que llegó a nuestras vidas Catalino es despertador, depredador, despiazador, es nuestro desordenador favorito. Si hay algo que le gusta es inspeccionar, lo escanea todo con sus largos bigotes, técnicamente vibrisas: las bolsas de la compra, los paquetes de Amazon, la comida, los postres, el agua, las ideas. Y no deja pasar ni una mañana su dosis de mantequilla, él desayunando es de la nobleza, en realidad siempre que no está durmiendo está tomando posesión de su principado.

Por su naturaleza nocturna, frecuentemente entra en un período de hiperactividad y alegría, empieza por la tarde, todo está adaptado para esta locura transitoria, en cada rincón hay un artilugio, un trasto con el que sobrellevar los ratos de agitación. Cuando todo está perdido entra en juego el “punto rojo”, un rayo laser que convierte la casa en un campo de batalla y él se transforma en cazador. Un gato es dueño, tutor, madrastra, amador, niño, familia, toda una gran familia, por eso tienen siete vidas. Catalino eres tú. Cuando él está, que está siempre, me encanta rascarle el cuello, palpar la almohadilla de sus patas, estrujarlo entre mis brazos hasta que uno de los dos se cansa. Si esto fuera el Antiguo Egipto me afeitaría las cejas en señal de algo. Dicen que el subconsciente del que sueña o viaja es representado por un gato obeso y bonachón. En mi cabeza, en su viaje estará Catalino para siempre.

:: tarot

«Meursault personifica la carencia de valores del ser humano, degradado por el absurdo de su propio destino, ni el matrimonio, ni la amistad, ni la superación personal, ni la muerte... nada tiene la suficiente importancia ya que la angustia existencial del antihéroe inunda todo su ser. La vida no tiene ningún sentido fuera de uno mismo, la confianza en fuerzas externas le produce una sensación de caída hacia el abismo de lo incierto».

imagen::calber


★★ Os va a sorprender mi último logotipo. Qué respuestas encontramos para un mundo que olvida al individuo y le priva de un sentimiento de pertenencia activa en la comunidad. No es psicología, no es amistad, no es religión, no es magia, no es trap, no es amor. ¿Qué entonces?: El Tarot Mara Grace, la búsqueda del bienestar no se halla en una sociedad cuyos mecanismos y leyes se ocultan al individuo, la alegría se encuentra en uno mismo, en la seguridad de la propia existencia, en la conciencia de ser y cuyo fin es el conocimiento del ser. El Tarot no tiene que ser oscuro, la famosa youtuber Mara Grace lo demuestra, en su canal. De una forma simpática pero profesional te ofrece la felicidad. Ella es chispeante, tiene un don natural sensitivo, transmite buen rollo y energía positiva. A través de las cartas percibe vibraciones y te transmite de una forma clarividente qué camino natural tomar. Con ella todo fluye. Tod@s somos Meursault, Jordania, Labios rojos, May Gar, Naiara, Rita Hayworth, Amorloco, Inés y Julia, Dennis Price, Canoa, Didi, Micorazón. Mara te dice lo que percibe, se pone en contacto con tu otro yo, lo sabe y lo ve. ¿A quién no le preocupa su futuro? Grace a través de su chat te cuenta la verdad de los signos del zodiaco. También te ayuda en privado, responde a los ángeles, con discreción, da en la diana. ¿Qué hay sobre ansiedad, incertidumbre, algún problema de la vida moderna? Te inquieta el destino, tu carrera, tu relación, terceras persona, el amor, las dudas la desconexión, tu cuerpo, la cabeza. La solución en la próxima tirada de la gran Mara Grace.



«…ninguna de sus certidumbres valía más que un cabello de mujer […] yo parecía tener las manos vacías. Pero yo estaba seguro de mí, seguro de todo, más seguro que él, seguro de mi vida y de esa muerte que iba a llegar. Si era lo único que tenía…» de El  extranjero_ Albert Camus.



Opción camelia, Canal de youtube: Tarot MaraGrace. Gracias cielo. Es nuestro momento, debemos brillar

:: invitación

¿Qué es Dribbble?

Dribbble es una comunidad que responde la pregunta: "¿En qué estás trabajando?". Los diseñadores y creativos comparten hasta 48 capturas por mes que muestran su trabajo, proceso y proyectos actuales. Dribbble es también un lugar donde los diseñadores y las empresas promueven su trabajo y sus productos, encuentran diseñadores de alquiler y reciben consultas de trabajo. Mostrar el trabajo y comentar requiere de una invitación. Esto nos ayuda a redimensionar la comunidad con sentido. Pero cualquiera puede inscribirse para seguir el trabajo que otros comparten.

Calber recibe 2 invitaciones

Las invitaciones se entregan a los diseñadores según una variedad de criterios en constante cambio. Cuanto más tiempo estés en Dribbble, mejores serán tus posibilidades de recibir invitaciones. ¡Gracias por tu paciencia! Buenas noticias, tenemos 2 invitaciones nuevas listas para ti en Dribbble. Puedes invitar a diseñadores cuyo trabajo te gustaría ver en Dribbble. Recuerda elegir sabiamente: depende de nuestros miembros hacer crecer a la comunidad y ayudar a mantener el grupo limpio. Resiste el impulso de enviar invitaciones a las personas que disfrutan subiendo fotos de su gato.

:: después de unos cuantos diseños (101) ¡he conseguido 2 invitaciones de dribbble. Estoy encantado!!!. Para conmemorar esto, he subido un último shot: he rediseñado mi retrato dibujado por mi sobrina con muchos dedos de amor.

imagen::natalia/calber

What is Dribbble?

Dribbble is show and tell for designers. A community answering the question, “What are you working on?”. Web designers, graphic designers, illustrators, icon artists, typographers, logo designers, and other creative types share up to 48 small screenshots (shots) per month that show their work, process, and current projects. Dribbble is also a place where designers and companies promote their work and products, find designers for hire, and receive work inquiries.
Uploading work and commenting requires an invitation. This helps us scale the site and community gracefully. But anyone can sign up to follow, like, and curate the work being shared.

calber invites

Invitations are handed out to Players based a variety of ever-changing criteria. The longer you’re on Dribbble, the better your chances are of receiving invites. Thanks for your patience! Good news, we have 2 new invitations ready for you at Dribbble. You can invite designers whose work you’d like to see on Dribbble. Remember to draft wisely—it’s up to our members to grow the community and help keep the league clean. Resist the urge to send invites to folks who enjoy uploading photos of their cat.


::after a few shots (101) i have scored 2 invitation from dribbble. I am so happy!!!. To commemorate this, I have uploded a last shot:  I have redesign my portrait drawn by mi niece with a lot of love fingers!!!