La actualidad determina las imágenes que observamos y las que queremos ver. La actualidad más rabiosa del exterior y también la pequeña actualidad cercana. Esta visión ultraartística me permite prestar atención a cosas que para los demás pasan desapercibidas. Llevar la vida al ojo, hoy por ejemplo, once de septiembre, me fijo en el luto verde de Inglaterra y en los aniversarios gemelos, en el sillón R negro de corazón tan blanco.
En la distancia corta, olvido mi futuro, ser agua y no ser
contradicción. El numen me dicta imágenes de blancura, veinticinco años
de felicidad y vuelve la cierva blanca que soñé esta mañana.
imagen:: “La cierva blanca” — calber —
¿De qué agreste balada de la verde Inglaterra,
de qué lámina persa, de que región arcana
de las noches y días que nuestro ayer encierra,
vino la cierva blanca que soñé esta mañana?
Duraría un segundo. La vi cruzar el prado
y perderse en el oro de una tarde ilusoria,
leve criatura hecha de un poco de memoria
y de un poco de olvido, cierva de un solo lado.
Los númenes que rigen este curioso mundo
me dejaron soñarte, pero no ser tu dueño;
tal vez en un recodo del porvenir profundo
te encontraré de nuevo, cierva blanca de un sueño.
Yo también soy un sueño fugitivo que dura
unos días más que el sueño del prado y la blancura.
La Cierva Blanca. Jorge Luis Borges. La rosa profunda (1975)