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::escribo hoy en mi triste blog que ayer murió Elisabeth II. Todas las noches, desde los quince años, antes de acostarse, Isabel tomaba la pluma para escribir sobre su día, una costumbre que también tenía su padre, el rey Jorge VI. Su personal tenía órdenes de no molestar a la soberana bajo ningún concepto mientras escribía. Usaba una libreta después de completar su entrada y cada mañana, uno de los primeros deberes de su personal era destruir el papel secante, para que nadie pudiera tener la tentación de intentar leer el reverso de impresión de lo que la reina había escrito. Donde iba ella, iba su diario, que guardaba en una funda de cuero negro.
El blog tiene alrededor de treinta mil entradas de la vida de la soberana. ¿Qué contienen sus cuadernos? Nada emocionante, según ella, el relato breve de su día a día sin muchos detalles. La reina no deseaba que su valioso cuaderno de bitácora se hiciera público tras su muerte. Deberá clasificarse como “secreto de defensa” y descansar para siempre en la polvorienta sala de los archivos de palacio. ¡Qué maravilla! hasta la mismísima Isabel II tenía un blog por amor al arte, hacía el esfuerzo de escribir noche tras noche sabiendo que nadie lo iba a leer. Never explain, never complain era su lema, el de los Windsor. Hacer su diario público iría en contra de este principio. Rilke afirmó que la verdadera patria del hombre es la infancia. Pues bien, Isabel fue la reina de mi juventud londinense, cuando se formó mi noción de alegría, nuestros recuerdos, los sueños que nunca nos abandonan del todo. God save the Queen! No estamos preparados para un mundo sin ella. Al menos nos queda su blog.
El blog tiene alrededor de treinta mil entradas de la vida de la soberana. ¿Qué contienen sus cuadernos? Nada emocionante, según ella, el relato breve de su día a día sin muchos detalles. La reina no deseaba que su valioso cuaderno de bitácora se hiciera público tras su muerte. Deberá clasificarse como “secreto de defensa” y descansar para siempre en la polvorienta sala de los archivos de palacio. ¡Qué maravilla! hasta la mismísima Isabel II tenía un blog por amor al arte, hacía el esfuerzo de escribir noche tras noche sabiendo que nadie lo iba a leer. Never explain, never complain era su lema, el de los Windsor. Hacer su diario público iría en contra de este principio. Rilke afirmó que la verdadera patria del hombre es la infancia. Pues bien, Isabel fue la reina de mi juventud londinense, cuando se formó mi noción de alegría, nuestros recuerdos, los sueños que nunca nos abandonan del todo. God save the Queen! No estamos preparados para un mundo sin ella. Al menos nos queda su blog.
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