:: renovación

:: y otro año, el cuarto en el particular recuento de “lupaaa” vuelvo a cambiar la cabecera del blog, como acto de regeneración. “Buena parte de lo que amamos de un poema, sea cual sea su tema, es que nos deja con la sensación de renovación, de más vida. La vida, por otra parte, no nos prepara para nada, y nos deja sin lugar al que ir. Se detiene”. Como siempre encuentro en Strand la explicación perfecta de lo que ocurre una y otra vez. Las pequeñas palabras e imágenes que vuelco en este blog, todo lo que amo y construyo con amor me fortalece. “Lo último por amor al arte” me pone al borde de un abismo, el punto de partida hacia ninguna parte.  

imagen: calber

La primera vez que conocí a Mark Strand fue en “Durmiendo con un ojo abierto” 1964, una parte de mi territorio poético quedó reservado. Después lo conocí en una lectura, en el ciclo Maestros × Maestros (de la poesía contemporánea), con motivo del centenario de la Residencia de Estudiantes. Llevaba ya el mito en la cabeza y “Tormenta de uno” (Visor, 2009) en el bolsillo, me lo dedicó esa tarde de mayo de 2010 y nos tomamos una foto “Donde quiera que esté | soy aquello que falta.” Strand presente y ausente como contradicción. El día de su muerte, el 29 de noviembre hace tres años, comencé este blog como homenaje y “para mantener las cosas juntas”.

imagen::"tormenta de dos"
 

 ///////[-contenido editado -2020-]

El regreso del gran poeta

Cuando la luz se vertía por un claro de las nubes,
Supimos que iba a aparecer el gran poeta. Y así fue.
Se bajó de una limusina con neumáticos blancos y
Vidrieras en las ventanas. Luego, con locuacidad clara y silenciosa
Avanzó por el vestíbulo. Se hizo el silencio. Las alas eran grandes.
El corte del traje y el ancho de la corbata estaban pasados de moda.
Cuando hablaba, el aire parecía blanco a causa de los gritos imaginados.
El gusano del deseo horadaba el corazón de todos los que allí estaban.
Tenía los ojos llenos de lágrimas. Estuvo mejor que nunca el gran hombre.
«No hay prisa –dijo al finalizar la lectura–, el fin del mundo
Sólo es el fin del mundo tal y como lo conocéis».
Típico de él, pensaron todos. Luego se fue
Y el mundo se quedó vacío. Hacía frío y no se movía el aire.
Ustedes que están ahí, díganme, ¿qué es la poesía?
¿Puede morirse alguien sin un poco tan siquiera?

Tormenta de uno: poemas, 1999.



 

______________________  aniversarios: