:: piscina de verano III

En verano, las aguas en su reflejo,
se deslizan suaves, destino divino,
piscinas que en azul guardan el camino,
son espejos del futuro, del deseo.
La ola desafía, en su juego, el esfuerzo,
dibujando en el alma un sendero fino,
el verano es espejo del estado divino,
y en su fondo profundo, la vida en concierto.
Refugio de sueños, de sol y de encanto,
las piscinas son alma en calma eterna,
donde el tiempo se funde en un solo canto,
y así la vida, en un instante, alterna,
entre agua y reflejo, en un manto blanco,
la suerte y la competición en la quimera.

Piscina de verano - Arturo Inclán