«No cure de mis versos, ni los leaquien no fuere muy triste, o lo aya sido;
y quien lo es, para que más lo sea
lugar no pida escuro, ni escondido…»
Ausiàs March

Como aquel que en el sueño se deleita
con un loco placer imaginado,
así estoy yo, porque el pasado apresa
mi mente, y no hay lugar para otros bienes,
sabiendo que el dolor está al acecho
y que sin duda yaceré en sus manos.
Del porvenir no espero bien alguno;
es mejor para mí lo que no es nada.
Amo con desmesura lo pasado,
que es no amar nada, porque ya se ha ido;
con este pensamiento me deleito,
pero sin él aumenta mi dolor,
como le ocurre al condenado a muerte,
que lo sabe hace tiempo y se conforta,
y, haciéndole creer en el indulto,
lo llevan a morir sin un recuerdo.

Així com cell qui en lo somni·s delita
e son delit de foll pensament ve,
ne pren a mi: que·l temps passat me té
l’imaginar, que altre bé no hi habita,
sentint estar en aguait ma dolor,
sabent de cert que en ses mans he de jaure.
Temps d’avenir en negun bé·m pot caure;
ço que és no-res a mi és lo millor.
Del temps passat me trob en gran amor,
amant no-res pus és ja tot finit.
D’aquest pensar me sojorn e·m delit,
mas quan lo perd, s’esforça ma dolor:
sí com aquell qui és jutjat a mort
e de llong temps la sap e s’aconhorta,
e creure·l fan que li serà estorta,
e·l fan morir sens un punt de record.
Ausiàs March (1397-1459) nació en Gandía, Reino de Valencia, fue un destacado poeta y caballero de la Edad Media, considerado una figura central del Siglo de Oro de la literatura en valenciano. Su obra, marcada por un tono introspectivo y angustiado, rompió con la tradición de los trovadores provenzales, incorporando reflexiones morales y filosóficas. Fue hijo del poeta Pere March y miembro de la nobleza valenciana, participando activamente en la vida política y militar de su tiempo antes de dedicarse a su labor literaria. Se ha dicho que su estilo anticipa el de los metafísicos ingleses.