Erase una vez un pequeño lugar llamado Londres donde llovía, la plaza del pueblo era un barrizal. Carlos I designó a su hija, María Estuardo, Princesa Real en 1642, estableciendo así la tradición de que la hija mayor del soberano británico pudiera llevar este título. Desde que nació sabía que ella le daría una gran oportunidad política. Su deseo inicial era casarla con el príncipe de Asturias, Baltasar Carlos, único hijo y heredero del rey Felipe IV de España. No pudo concretar ese matrimonio, pero sí con el heredero de la casa Orange-Nassau, Guillermo II que gobernaba los Países Bajos.
La celebración fue el viernes 1 de marzo de 1968 en la Capilla Real del palacio de Whitehall de Londres. El novio la esperó en el altar todo trajeado y ella llegó, radiante, bellísima, con un vestido blanco de encaje y cuya cola sostenían 16 mujeres. Hasta esa noche, cuentan, sólo se habían besado. Eran apenas unos niños. Varios años después aprendieron a quererse. Y hoy celebran sus bodas de esmeralda con perdices estofadas a la toledana en el restaurante Nominchar. Un matrimonio real, 55 años de amor eterno.
imagen:: Anton van Dyck and calber. Guillermo II, príncipe de Orange, y su novia María Estuardo es un óleo sobre lienzo de 180 centímetros de alto por 132 de ancho que pintó Anton van Dyck y se conserva en Rijksmuseum (Museo del Reino), también conocido como Museo Nacional de Ámsterdam, que posee la más famosa colección de pinturas del Siglo de Oro Neerlandés