:: cabecita

Amaya
Martina
Lucía
Valentina
Emma
Claudia
Carla. Aquí estoy tumbado boca arriba, estaré así una hora, me están haciendo una prueba de cabeza. No puedo moverme, tengo cuatro electrodos conectados, uno en la frente, dos tras las orejas y el último en la punta de la nuca. En este hospital ya he estado otras veces, aquí nacieron mis sobrinos también. Por los cascos oigo sonidos acuosos, batir de alas. Es difícil estarse quieto sin motivo, como soy medio aprensivo quiero saltar, toser, gritar.

Irene
Isabella
Valeria
Daniela
Sofía
Elena. Sigo obediente las instrucciones de la enfermera: “ponte cómodo, puedes dormirte”. Sueño con ataúdes, trago saliva, no termino de encontrarle acomodo a los brazos, me estoy teletransportando, me palpo un bolsillo, saco a cabecitagreen, la escondo en mi mano. Me queda un montón de estar así, sobre la marcha invento un método de relajación, un “mindfulness express”, muevo el amuleto entre los dedos muy despacio para que los cátodos no detecten nerviosismo, como si fuera la cuenta de un rosario metafísico, la aprieto compulsivamente, con los ojos entornados, me pongo a pensar un nombre como el que reza una oración.

Marta
Alba
Abril
Gala
Ada
Leire


imagen::calber

Ni rastro de tos, me quedo un rato más, el conteo da resultado, el tiempo es una historia interminable. Me encontré a cabecitagreen debajo de un banco el día 3 de febrero, me acuerdo porque era San Blas. Es fiesta en el pueblo de mis abuelos, al verla pensé: “por San Blas la cigüeña verás”, tuve esta revelación, una especie de señal. En mi cerebro se producen a menudo este tipo de conexiones (por eso me estoy tratando la cabeza, by the way). Es una muñeca muy simpática, no hay más que verla, verde, pizpireta, hecha de play-doh, mullidita, da gusto acariciarla, quererla. Colecciono litttetoys, son alegrías diminutas, talismanes de la suerte. Los sonidos cambian de ritmo bruscamente, la enfermera maneja los chakras junto a la camilla, intenta limpiarme los canales de energía. Otra vez no siento las piernas, se me duerme todo. Vuelvo con lo del nombre, busco uno original, con un significado especial, que sea tendencia en 2019. Intento guiarme por el santoral: “Blasa Green”, no me convence.

Lía
Celia
Laia
Charo
Rocío. Me he quedado transpuesto, la boca seca, muevo los dedos de los pies, estoy perdido. La enfermera me avisa, hemos terminado, dice que me he portado bien, me da cita con el Neurólogo. A veces pienso que nada se mueve y de pronto la madre naturaleza, la casualidad te pone frente a la luz de nuevo, ante la esperanza, delante de una ilusión. La cabeza no deja de funcionar y por eso lo hace también el corazón. Me encuentro mucho mejor, no hay ruidos invasivos de fondo, el sistema nervioso central ha desconectado, oigo sólo una voz, cabecitagreen es una idea, un proyecto que nos hará felices, quiere saber cómo la nombro.

Oliva
Marcela
Elisa
Daniela