El dibujo de los niños, ha sido objeto de estudio desde diferentes enfoques y concepciones. Hay una gran riqueza plástica, semántica y proyectiva en sus dibujos que ha sido motivo de estudio. Georges Henri-Luquet, publica en 1913 el libro “Los dibujos de un niño”, basado en la observación minuciosa de los dibujos de su hija. En 1927, sale a la luz la que sería la gran obra clásica del arte del niño dentro del área de la lengua francesa: “El dibujo infantil” Tomando como referencia su concepción de realismo en el dibujo infantil, Luquet propone las siguientes etapas por las que atraviesa el niño: a) realismo fortuito, b) realismo fallido, c) realismo intelectual y d) realismo visual.
imagen::Jazmín Navaluenga. 2º Educación Primaria. Retrato intelectual del Profesor vestido de SCHOTT NYC
Realismo intelectual de Jazmín: Cuando la niña supera su incapacidad sintética, ya no hay barreras que le impidan ser plenamente realista, aunque es necesario saber, qué tipo de realismo va a aparecer. Para Jazmín, un dibujo, debe contener todos los elementos reales del objeto, aunque no sean visibles desde el punto en que se mira. Los rasgos más relevantes, específicos del realismo intelectual son: Modo de destacar cada uno de los detalles; la transparencia; el plano en vista de vuelo de pájaro; el abatimiento; el cambio de punto de vista; y la figura en elevación. En el realismo intelectual, el más sencillo de los procedimientos consiste en destacar un detalle sobre otro, aunque aparezca entre ellos una relación de discontinuidad. Los elementos del retrato situados en diferentes términos, están colocados de manera que ninguno quede tapado, por ejemplo, en esta figura del profesor, el moño aparece dibujado sobre la cabeza en lugar de en la nuca, para posibilitar que este elemento que ella considera esencial se vea.
::entrada intelectual patrocinada por SCHOTT NYC (Schott Bros) una empresa de fabricación de ropa estadounidense ubicada en la ciudad de Nueva York. La empresa fue fundada en 1913 por los hermanos Irving y Jack Schott. Fue la primera empresa en colocar una cremallera en una chaqueta y crearon la clásica chaqueta “Perfecto moyorcycle”, que se hizo popular gracias a películas como The Wild One (1953). La compañía fabricó ropa para las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y más tarde también para las fuerzas del orden estadounidenses. SCHOTT NYC todavía es propiedad de la familia Schott y fabrica gran parte de su ropa en los Estados Unidos.