::dibujo infantil
:: indiferencia
Indiferente o cobarde, | la ciudad vuelve la espalda. | No quiere ver en tu espejo | su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes | entre tus barbas de plata, | moliendo con tus romances | las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra | y los álamos de magia | pasas llevando en tus ondas | palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú, | a la vez quieto y en marcha, | cantar siempre el mismo verso | pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero, | nadie a estar contigo baja, | ya nadie quiere atender | tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados | que preguntan por sus almas | y siembran en tus espumas | palabras de amor, palabras.
El tema es la actitud de indiferencia de los ciudadanos de Soria frente a la poesía y valores culturales que forman parte de las raíces de la sociedad. Al final del poema se expresa el anhelo de la voz poética por parecerse al río en su permanencia, en su inmutabilidad. Desea asemejarse al río, que tiene la particularidad de cambiar continuamente sin abandonar su cauce, su esencia.
:: la infancia de días impasibles
En los estanques
nacen de pronto amplias cavernas
en donde un tenue palpitar de hojas
denuncia los árboles en sombra.
Una sangre débil de consistencia
una savia rosácea,
se ha vertido sin descanso
en ciertos rincones del bosque,
sobre ciertos bancos.
Van a cerrar el parque y la infancia de días impasibles y asoleados,
se perderá para siempre en la irrescatable tiniebla.
He alzado un brazo para impedirlo;
ahora, más tarde, cuando ya nada puede hacerse.
Intento llamar y una gasa funeral
me ahoga todo sonido
no dejando otra vida
que esta de cada día
usada y ajena
a la tensa vigilia de otros años.
“Señal” de Los trabajos perdidos. Álvaro Mutis
imagen (fragmento):: calber, de la serie: “LYRICAL FAMILY”
“EL TÍO DE MUTIS METE UN GOL” 2023.
Celebrando los 9 años de Álvaro de tercero de Primaria.
:: mono-cronotopo
Con la cáscara de un plátano,
que tiró un mono travieso
un gorila resbaló,
quebrantándose los huesos
Aunque parezca mentira,
se hizo daño en una pata,
tuvo que andar con bastón
y el dolor le dio la lata.
Sin comer un solo plátano,
fue el monito castigado
hasta que el pobre gorila
del todo hubiera sanado.
El mono travieso. Cuento registrado en el Registro de la propiedad
Pier Paolo Pasolini a la derecha del suspiro del Padre,
carne de mono para las bodas del infierno,
carne de Cristo para el delito de Estado,
Roma blanqueada por la avaricia del asesinato,
Roma roída por los perros de la judicatura.
La tumba de Keats por Juan Carlos Mestre (fragmento)