:: Isabelotomía

 
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La Lingüística explica los sufijos como aquellos morfemas de tipo tónico, que se desempeñan morfológicamente uniéndose –siempre y sin excepción- a determinados lexemas, con el fin de crear nuevas palabras. Isabelo cumpliría hoy 19 de noviembre 108 años, sufría una extraña enfermedad, la isabelotomía: incisión realizada en el ciclo vital. Una suerte de vida truncada.

Sufijo –otomía: partícula morfológica propia del Español se caracterizará por estar, etimológicamente hablando, estrechamente relacionada con la voz griega tomé, “cortar”. El sufijo –otomía constituye un sufijo médico, el cual tiene la carga semántica referente a “disección”, “corte” o incluso la acción de “realizar una incisión dentro de”. Veamos pues algunos  ejemplo de cómo se emplea el sufijo –otomía para la conformación de sustantivos, relacionados siempre con el concepto Isabelotomía:
 
Fotomía: «Vuestro querido hermano y amigo que mucho os quiere y muchas ganas tiene de veros recuerdos Isabelo. Valladolid A 8 de Julio 1937» La nota tras la foto que lleva su hijo en la cartera con su padre y el tío Demetrio. —

Mulomía: ... y una mula llamada "Española", que le compró Isabelo al tío Julio Lañas.

Ignomía: “Antes teníamos dos cosas: hambre e ignorancia. Y ahora sólo tenemos una”. ¿Tú tienes hambre? le preguntó a su nieto para que adivinara.

Huertomía:_ Sobre la huerta de la tía Manolita, a quien se la compro Alejandro, el padre de Isabelo. Ella era también dueña de la casa de Relámpago y pariente del tío Vargas.

 — Numeromía: el 13 era su número de la suerte, estaba en el batallón 13, en la habitación 13 de su última residencia y finalmente murió un 13, su hijo que no es nada supersticioso, en esto del trece sí que cree y sabía que aquella noche,
después de una larga resistencia, su padre iba a morir.

En ocasiones este sufijo crea palabras que no pertenecen al ámbito médico, como por ejemplo: Dicotomía (entidad cortada o dividida en dos partes). Y esta palabra es muy pertinente para entender la visión que, con los años, tenemos de él; con el corazón dividido por lo que nos cuentan, por la memoria, por la herida de dios, que se llevó su mitad y con ella nuestra posibilidad.