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Diálogo entre una promesa del baile y su instructor.
Diálogo entre una promesa del baile y su instructor.
Celebrando el 10º cumpleaños de la bailarina
“Había una vez una joven que sentía pasión por la danza y practicaba sin cesar, soñando con ser una bailarina de éxito. Un día el director de un prestigioso ballet se encontraba en su ciudad, en busca de nuevos talentos. La joven se apuntó con enorme ilusión y, llena de entusiasmo, dio varios pasos de baile en su presencia. Cuando terminó, le preguntó al director del ballet si tenía talento para convertirse en una estrella de la danza. El director le miró a los ojos y le dijo que lo sentía, pero que no veía ese talento. La joven se alejó llorando y tiró sus zapatillas de baile para siempre.
Un día, leyó en el periódico que aquel director, que ella conoció años atrás había llegado a su ciudad. Acudió a verles entusiasmada y se emocionó con la belleza con la que se movían las bailarinas. Al finalizar la función, pudo acercarse a saludar al director, al que recordó que hace muchos años había venido a la ciudad en busca de jóvenes promesas. El director se acordaba, entonces la chica sorprendida le relató amargamente que había querido ser bailarina, pero renunció a su sueño porque le hizo caso cuando le dijo que no tenía talento. El director le explicó que eso se lo decía a todas como premisa, porque la experiencia le dice que al final los que triunfan son los que dan más valor a lo que ellos creen de sí mismos que a lo que otros creen de ellos.”
El primer paso para que otros crean en ti y te apoyen en tus proyectos es que creas en ti mismo y estés dispuesto a apostar fuerte por ti.