Diálogo entre una promesa del baile y su instructor.
Un día, leyó en el periódico que aquel director, que ella conoció años atrás había llegado a su ciudad. Acudió a verles entusiasmada y se emocionó con la belleza con la que se movían las bailarinas. Al finalizar la función, pudo acercarse a saludar al director, al que recordó que hace muchos años había venido a la ciudad en busca de jóvenes promesas. El director se acordaba, entonces la chica sorprendida le relató amargamente que había querido ser bailarina, pero renunció a su sueño porque le hizo caso cuando le dijo que no tenía talento. El director le explicó que eso se lo decía a todas como premisa, porque la experiencia le dice que al final los que triunfan son los que dan más valor a lo que ellos creen de sí mismos que a lo que otros creen de ellos.”
El primer paso para que otros crean en ti y te apoyen en tus proyectos es que creas en ti mismo y estés dispuesto a apostar fuerte por ti.