«Si Altazor, Simmias de Rodas, Li Po, Sartre, Boudelaire Cocteau, David Hockney, Botero hubiesen aterrizado un domingo por la tarde […] El poema visual en los tiempos del meme. El azar como gran regidor del universo y del intelecto. Joan Brossa en el café con José-Miguel Ullán. La ética como bomba de relojería. Los trazos de una roseta característica y aleatoria. De los petroglifos al arte postal. Una pelea entre Tzara y Breton deja retales y eso siempre es útil para un buen sastre de sietes» _ Agustín Sánchez Antequera.
Previo - Una chispa que dura- para Etime. El sastre de Apollinaire. Madrid, 2020.
imagen::poemas de Etime
Para tratar de ser equilibrado con la poesía y la generosidad de MAMS habría que decir que su libro Etime es el libro más bonito de los que se han escrito en una sastrería. Para leerlo he estrenado unas gafas mágicas sin cristal, tras la contemplación, se me arremolinan las palabras en el cerebro, se mezclan ideas y tipografía. Decía Agustín Apolinary, que los calligramas son una idealización de la poesía, acudo a ellos para intentar explicar el efecto de este libro en nosotros. “Ceci n'est pas une crítica poética”:
Etime es un regalo, me llega el día de Reyes, está claro que todo es ilusión. Etime es una enciclopedia ilustrada, en ella puedes explorar la belleza universal. Etime es una semilla, una para plantar en familia, me llevo a mis sobrinos y el libro al Museo del Prado, para que lo recuerden como una experiencia vital, hacemos parada en el Burger y los ideogramas se convierten en árboles genealógicos, un entretenimiento de cortar y pegar. Etime es un comodín, y un juego de cartas, una chistera. Qué puedes esperar si lo ha compuesto un prestidigitador, un poeta que no juega para ganar y ahí está la clave de su éxito. Etime es también un breviario visual que sintetiza las lecturas que deben ser recitadas por el hombre vanguardista que persigue ser principalmente bueno.
Me gustaría conocer a ese hombre, todos mis amigos, modernos poetas, hablan bien de él y eso es rupturista e innovador. De él guardo varias cosas: el recuerdo entrañable de los erizos, la cálida casa del maestro o el elefante con alas que un día me regaló. Leo uno de sus remedios poéticos en una revista de literatura y arte: «Para intentar comprender qué es la poesía lo primero que deberá hacer es imaginar cómo sería la flor que daría la palabra “humildad“ si fuera una planta. Y les aseguro que no les resultará tarea fácil dibujar y redibujar, una vez tras otra, esa flor desconocida». Etime el último libro de MAMS es también flor, la flor más bonita que ha crecido este invierno al borde del precipicio.