Cuando despertó notó el tacto frío de la piel del sofá y sintió un sobresalto. Ultimamente le pasaba bastante, se quedaba transpuesto frente al televisor y el sopor le impedía llegar hasta su cama. Creyó haber dormido unos doscientos treinta millones de años y la mala postura le había provocado una contractura muscular en el cuello. Se frotó la cara con ansiedad e Intentó olvidarse del tema, se dirigió hacia el baño con la intención de refrescarse pero cuando puso el pie en el suelo experimentó la pesadez de su cuerpo agarrotado...
Fragmento del cuento: “El dinosaurio” del libro inédito “Cuentos alegres sobre fracaso” por Carlos Sánchez Alberto
Imagen::calber. “Un cuento para cuando Alex despertó”
Collage mixto sobre cartulina. 35x25cm. Detalle
(obra original - Stoke on Trent Museum)
:: monterroso es un malabarista, con cositas pequeñas hace grandes trucos, que decir de su ilusionista y archiconocido: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Augusto me cuenta cosas chispeantes: “ No escribamos nunca para nuestros contemporáneos ni mucho menos para nuestros antepasados. Escribamos para la posteridad, en la cual sin duda el escritor será famoso”. He leído hoy “El dinosaurio” de “Cuentos alegres sobre fracaso”, que después de diez años, es una suerte de posteridad. He quedado fascinado, porque narra de forma “milimétrica” mi vida en este instante. Tras el asombro, advierto, lo mal que he seguido sus consejos y la razón por la que no he alcanzado la fama aún. Estoy a tiempo de cambiar mi vida o el final del cuento. Para quien quiera leerlo entero, antes de la publicación, contactar por privado. Y que tu vida no transcurra si ti.