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Los veraneantes están al pie de un arroyo, bajo las hayas, rodeados de yeguas de grandes alvéolos. Aunque tiene alergia a los abedules y a los geranios, disfruta del bullicio de la gente y el silbido del viento sobre el mar. La monitora se explayó hablando de las gramíneas que se extienden por el área mediterránea. Con la canícula crecen las chirimoyas. El huésped nos parece extraño por su vestimenta estrafalaria y espléndida. Toma cada jornada un cóctel de yogur, jengibre y la ralladura de un limón. Mientras, en el fogón del barco, el cocinero freía pescado y hervía huevos. Un artista ansioso de éxito compuso una sinfonía de carácter lúdico sobre el sol. La ballena jorobada engulle y se zambulle, ahora está varada en la orilla. Tomamos un vermut al lado de la arcada de agua cristalina, cerca del collado de su majestad. El cleptómano con estrabismo y alopecia disfrutará de las vacaciones hasta que empiecen a crujir las nubes. ¡Enamórate del verano!