«Aquel que tú crees que ha muerto, no ha hecho más que adelantarse en el camino» Séneca
Ella no se rendía.
Nunca se hubiera rendido tan temprano.
Albergaba su pecho
la jubilosa fuerza
que algunos pájaros transportan en sus ojos.
Caminaba
dejándonos su huella sobre un fango
con el que amenaza la muerte
asesinar nuestras propias ilusiones.
Cierto que sentía miedo
a la enfermedad y a la tristeza.
¿Quién no lo tiene nunca?
Ponía flores
en el centro de la mesa y devoraba,
con feroz apetito,
la deslumbrante primavera.
Luchó hasta el final
como los soldados más intrépidos.
No claudicó ante la amargura
ni proclamó como propia
la bandera del desánimo.
Fue hermosa y fue valiente.
Tuvo el extraño don de la batalla.
Valentía, de " El don de la batalla" -Premio Ciega de Manzanares- 2011
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Maria Luisa Mora Alameda, nace en Yepes en 1959. Académica correspondiente por la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas y Artísticas de Toledo. Ha publicado más de una decena de libros de poesía. Desde “Este largo viaje hacia la lluvia” -accésit del Premio Adonáis- 1987, hasta “La sombra iluminada”, 2019. Pero es a partir de la muerte de su hija Verónica en el 2008 que su poesía da un giro completo en torno a esta desgracia. Desde entonces no para de escribirle. Gracias María Luisa por por tanta sensibilidad. Tus poemas son absolutamente recomendables para todas las madres que hayan perdido a sus hijos, y para todos los hijos que han perdido a sus madres, leo tu dolor en mi dolor.