imagen::calber
Esta es la cosecha de albaricoques familiar. Hay que ver lo bien que se ha dado, cinco kilos de un arbolito de nada que hay en el patio. Me acuerdo de mi abuelo que cantaba una jota manchega. "La jota revolvedera" de origen muy antiguo sin poder precisar fecha y que se bailaba en las quinterías y otras fiestas por lo alegre de su ritmo. Se acompaña con instrumentos de cuerda, mi abuelo la tocaba con la bandurria:
¡Ay! que sí que sí, ay! que no que no, ¡ay! que a mí me gusta los albaricoques, / los albaricoques, los del hueso dul, ¡ay! que a mí me gusta, lo me que das tú.
imagen::Mariano Moragón - cartel Corpus Toledo 1917
Los albaricoques de hueso dulce son una apreciada variedad de albérchigos típica de Toledo, se diferencia de las demás por tener la la almendra comestible, en lugar de amarga. Se llaman así por el río Alberche. ¡Qué ricos! Ya en el cartel de las fiestas del Corpus de 1917, obra del ilustrador Mariano Moragón, incluyó entre los símbolos de Toledo un cesto de albérchigos.
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Se oye caer al fondo del coche
no es la palabra sino la bola
también «astronauta» es fruta que
por completo y circular mi mente ignora