T. S. Eliot publica “Los hombres huecos” en 1925, cuando atraviesa una fuerte crisis sentimental. Los problemas amorosos lo asfixian y nada mitiga su desesperación. El poema comienza con este epígrafe: “Mistah Kurtz — he dead”, es decir, "El señor Kurtz — muerto". Está tomado de “El corazón de las tinieblas”, de Conrad. La novela se centra en un marinero llamado Charlie Marlow, el cual narra una travesía que realizó años atrás por un río tropical, en busca de un tal Kurtz, el jefe de una explotación de marfil, y que a lo largo de la novela adquiere un carácter simbólico y ambiguo. John Milius se basó en este breve relato para el guión de Apocalypse Now, película dirigida por Francis Ford Coppola y ambientada en la Guerra de Vietnam que mantiene el espíritu y la estructura del relato de Conrad. El poema “Los hombres huecos” a su vez es recogido en la película, lo lee en su exilio selvático un medio enloquecido Coronel Kurtz, interpretado magistralmente por Marlon Brando en una de las escenas más memorables del cine.
::el hilo circular formado por: Charlie - Coronel Kurtz - Conrad - Coppola - Brando - T. S. Eliot y "los hombres huecos" explica también de forma simbólica y ambigua esta primera entrada del blog para este 1 de enero de 2019.
imagen::calber
Arranque del poema del autor de "La tierra baldía". Poeta por antonomasia del siglo XX. Premio Nobel de Literatura en 1948.
Los hombres huecos
"El señor Kurtz — muerto"
Un penique para el viejo guy
I
Somos los hombres huecos
somos los hombres rellenos
inclinándonos juntos
casco lleno de paja. ¡Alas!
nuestras voces secas, cuando
susurramos juntos
son quietas y sin sentido
como viento en hierba seca
o patas de rata sobre cristal roto
en nuestra seca celda.
figura sin forma, matiz sin color,
fuerza paralizada, gesto sin movimiento;
aquellos que han cruzado
con ojos directos al otro Reino de la muerte
nos recuerdan -si acaso- no como perdidas
almas violentas, sino sólo
como los hombres huecos
los hombres rellenos.
The Hollow Men 1925
Mistah Kuriz – he dead
A penny for the Old Guy
I
We are the hollow men
we are the stuffed men
leaning together
headpiece filled with straw. Alas!
our dried voices, when
we whisper together
are quiet and meaningles
as wind in dry grass
or rats’ feet over broken glass
in our dry cellar
shape without form, shade without colour,
paralysed force, gesture without motion;
those who have crossed
with direct eyes, to death’s other Kingdom
remember us-if at all-not as lost
violent souls, but only
as the hollo men
the stuffed men.