:: lo solo

Eugenio Castro es un deportista español que compitió en taekwondo. Ganó una medalla de bronce en el Campeonato Europeo de Taekwondo de 1976 en la categoría de –58 kg. No, No, No y No. Eugénio Castro  fue un escritor portugués. Se graduó en Letras por la universidad de Coímbra. Colaboró con la publicación de las revistas Os insubmissos y Boémia nova, ambas seguidoras del Simbolismo francés. En 1890 entró en la historia de la literatura portuguesa con el lanzamiento del libro de poemas oaristos, marco inicial del Simbolismo en Portugal. No, No, No y No. Eugenio Castro (Las Herencias, Toledo, 7 de marzo de 1959 / Madrid, 2 de marzo de 2024) , poeta, cinéfilo, ensayista, traductor, libertario, caminante de la vida madrileña. Forma parte del Movimiento surrealista desde 1979 y es uno de sus máximos baluartes actualmente. Es cofundador del Grupo surrealista de Madrid desde 1986, cuando se gesta la revista Salamandra. Cofundador de su editorial, Ediciones de La Torre Magnética, desde 1995; y de ¿Qué hay de nuevo? Periódico surrealista de contra-información (Madrid, 1993-1998), y El rapto. Observatorio del sonambulismo contemporáneo (Madrid, 2007-2012). Ha traducido, entre otros, a Benjamin Péret, Gherasim Luca, Joyce Mansour, Ernesto Sampaio, Marqués de Sade, José António Forte (co-traductor), Paul Eluard. Colaboro en las publicaciones de algunos de los grupos surrealistas en el mundo: S.U.R.R. (París), Analogon (Praga), Stora Saltet (Estocolmo), Farfoulas (Atenas), Brumes Blondes (Ámsterdam), Boletín Surrealista Internacional (Estocolmo, París); o en el proyecto del Grupo Surrealista de Leeds, Surrealists go to the cinema. 

imagen:: álvaro garcía/calber selfie(robado) bajo el viaducto de Segovia

::hoy cuatro de marzo de 2024, durante su entierro en Las Herencias, en un cementerio fluvial que dicen que parece un faro sobre el paso del río Tajo, me acuerdo de tantos días en que coincidimos. Las Herencias, son las "heredades", que eran los derechos que poseían los labriegos de un caserío llamado La Peña. A él entregué mi primer caserío-manuscrito poético, en la confianza del magisterio que se despeñó. Eso éramos, un poco, labriegos toledanos en la escritura de un Madrid automático y surrealista. Coincidir con Eugenio y Agustín en los tiempos poéticos y lúcidos de Lavapiés; coincidir con Eugenio en su última performance, el recital y presentación de "Elocuencia de lo sepulto" en Enclave de libros; coincidir con Eugenio y Ángel en la galería Cruce, en el “Mal de palabra”; coincidir con Eugenio y Eva y Paula, poetas y artistas plásticos en las carpetas de poesía y grabado con Zambucho; coincidir con Eugenio y Esther en el Círculo de Bellas Artes en seminarios: La voz y su sombra;  Lo que duerme; coincidir con Eugenio y Pablo en el Ateneo Cooperativo Nosaltres con amigos boscosos; coincidir con Eugenio y Cristina en el Cinefórum Antonio Machado viendo películas soviéticas de Tchaikovsky o de James Bond, a su pesar; coincidir con Eugenio y una nutrida turbamulta de surrealistas en la Fundación Anselmo Lorenzo de Madrid, poetas malditos, espíritus errantes, licántropas, afinidades electivas, cómplices; coincidir con Eugenio en “lo solo” in memoriam; coincidir con Eugenio en las calles de la ciudad, en los campos toledanos, bajo el viaducto, en la cuenta, en la estación de Perpignan, en Logroño, en la vida “animada” de H.


imagen::calber. Portada de H y Postral: Mosquee de  Abdelziz — Paris (49) Real photo C.A.P. (Compagnie des Arts Photomécaniques) / Procedencia: Restos de la Performance de Eugenio Castro. / Presentación del libro “Elocuencia de lo Sepulto” en Enclave de Libros

La vida “animada” de los jardines de Sabatini

«Desde siempre han ejercido en mí una influencia inexplicable. Visualmente, me han causado una aguda perturbación. He percibido en ellos una potencia invisible que tornaba su aparente normalidad, y su muy convencional configuración, en una sensación de desconcierto. Hay en estos jardines algo que los convierte en un lugar de convocación. Hay en estos jardines algo que hace temblar la uniformidad de su trazado. Algo que se relaciona con la estatuaria que rodea la pequeño estanque: ocho estatuas blancas extrañamente cautivadoras, pues no se benefician de una belleza ante la que, de forma inmediata, me rendiría fácilmente, pero que dan la impresión de estar asistidas por una vida “animada” que otorga al jardín su aire ambiguo, a punto de caer del lado del sueño». Eugenio Castro (2006), H, Pepitas de calabaza, pág. 73.


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