:: warhol

«Recorrer la noche y todos sus trenes, recorrer las esperas por esperar, esa es la huida, ese el vacío bajo la peluca de "Andy". Nadie sabe más de los horizontes sangrantes de soledad que los niños que nunca tuvieron una bicicleta. Nadie prefirió más el orden de los insectos, que aquellos que los observaron con la independencia de los desterrados. Recorrer la noche de vuelta a ninguna parte con la perenne sensación de estar llegando tarde. Estimado y querido Christopher, muchas gracias por regalarme sus ediciones mínimas. Recibe un fuerte abrazo». MAMS

imagen:: Teresa Nieto. Plaza Mayor esquina con Calle Tornerías y Cuesta Mona que bordea el teatro de Rojas, del cual se aprecian los escalones.

Toledo recibía la discreta y anónima visita de Andy Warhol, uno de los artistas más influyentes del mundo en el siglo XX. El 24 de enero de 1983 recorría las empedradas calles de la vieja ciudad castellana para así cumplir uno de de sus deseos: conocer el lugar que inspiró a uno de sus artistas más admirados, el Greco. La estancia de Warhol en Toledo fue breve, sin llegar a hacer noche, pero fue suficiente para que dejara para la historia algunas fotografías. A la estrella visitante lo acompañaban su secretario Fred Hughes y el guapo e impertinente artista de la Factory, Christopher Makos, junto a algunos de los miembros de la movida madrileña: Lorenzo Larios, Carlos Astiárraga, Vicente Carretón –Max Madera–, Miguel Ángel Muñoz Sanjuán y la propia Teresa Nieto que fue la autora de las fotografías de aquel día.




:: vete

Vete de aquí, 
no mires atrás.
Un fuerte impulso, y fluye:
un barco de papel arrastrado por el agua, 
el tsunami de tus emociones sobre mi cuerpo tendido, 
los recuerdos tras la lluvia que golpea la ventana,
«Be water, my friend».
Vete de aquí, 
no mires atrás.
Deja abandonadas tus ruinas, 
no olvides apagar los rescoldos 
de pasado y presente, 
que no ardan.
Vete de aquí, 
no mires atrás.
Como senos que no son alimento, 
sino fruto de descripción, 
abre esa puerta y comienza a crear, 
no monstruos que beban de tus heridas, 
sino luz que beba del sol.
Vete de aquí, 
no mires atrás.
Sé futuro; muere creando.

Vete, poema de “La vida no basta” 
de Juan Pedro Fernandez Blanco, 
2025. Ed. El sastre de Apollinaire.

detalle ilustración: Isabel Fernandez Blanco 

«Vamos a ser juntos seres de luz, destellos en las cavernas del sentido, donde el tiempo se detiene y las palabras danzan en un eterno vaivén. La vida nos entrega su esencia inabarcable, como un río desbordante que arrastra dudas y certezas a su paso. Niño poeta, en cada verso que dejaste hay una eternidad que nos abraza, un susurro que se alza en el viento, un eco que perdurará en los corazones que aprendieron a soñar. Las sombras juegan y los ecos de risas infantiles resuenan, nos despedimos. En la penumbra de la noche abulense eres monstruo y santo que vio más allá de lo evidente. Aquel que siente que la vida no basta, que soñó con ser más, eres futuro vete creando». Arthur Inclán

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