:: identidad

La identidad se concibe como un sentimiento de mismidad personal, que se comienza a formar a temprana edad cuando reconocemos nuestro origen, la familia, o el territorio donde vivimos y acaba cuando morimos. La identidad puede sufrir variaciones en toda una vida y también trastornos, uno de éstos es el TID:  “Trastorno de personalidad múltiple”. La presencia de varias identidades que toman el control de la conducta de una persona de forma recurrente, teniendo cada una de ellas recuerdos, relaciones y actitudes propios. El cambio entre personalidades suele producirse como consecuencia del estrés. La “real” tiende a ser pasiva y depresiva, mientras que el resto son más dominantes y hostiles. 

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::cada vez somos más los diagnosticados de TID en estos tiempos, sobre todo entre artistas y gente de la farándula; debido a un sobrediagnóstico y a la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales. Nuestras personalidades se caracterizan por una combinación de síntomas disociativos y de estrés; con otros no definitorios del TID, como depresión, crisis, abuso de sustancias o trastornos alimentarios. A las personas con muchas personas dentro nos resulta difícil visibilizar este trastorno por vergüenza, miedo a ser juzgados o a ser objeto del escepticismo de los demás. El tratamiento de este fenómeno, se dirige a la integración de las identidades o al menos, a coordinarlas. En mi caso cada personalidad está ligada a una disciplina artística, por lo que se hace más complicado la reunificación. Al integrar las identidades, mi terapeuta respeta y valida el rol adaptativo de cada una para facilitar que mi personalidad acepte como propias esas partes de mi mismo. Decía Ortega y Gasset: “Dime a qué le prestas atención y te diré quién eres” … el camaleón se confunde, procurando atención a tantas cosas.