imagen de portada::pattern by calber
Ayer visité a mi psicóloga, tratamos dos temas que me inquietan: 1. lo circular en las relaciones personales, 2. la superioridad/inferioridad. Ambos están relacionados, el 1 me lo planteó ella como respuesta a una preocupación 2. Llegué muy afectado por la relación con mi frutera (que parece catedrática) de toda la vida y el inconveniente que ello nos acarrea. Buena parte de las personas que se creen superiores, realmente han dejado mal resuelto algún sentimiento de inferioridad originado en su infancia o en su relación de pareja (también es catedrático), y para ocultarlo maximizan ciertos rasgos de ellos que consideran importantes. Todo me lo cuenta mi psicóloga para ayudar. Parece que este complejo no puede considerarse trastorno de la personalidad, que es mejor no tocarles el tema directamente y mostrar mucho tacto y diplomacia. Esto es fácil decirlo, pero es que yo tomo mucha fruta. Y mi frutera es insufrible. Conoce de frutas, de sus árboles, conoce a manzano, peral, melocotonero o durazno, ciruelo, cerezo, albaricoquero o damasco, higuera, vid, naranjo, mandarino, limonero, mango, papaya, chirimoya, guayabo. No la pillas en arándano, zarzamora, frambuesas, sandías o melónes. Es experta en vitamina C, potasio, minerales y antioxidantes. Y si le aprietas un poquito tira de nutrición cronobiológica y bioenergética. ¡Es adorable! Y todo, todo lo recolectó entre la Universidad de los Campos de Castilla, Campamento y Panamá.
Alguien que te mira desde arriba, de entrada, se pone en un lugar mucho más alto del que en realidad cree que ocupa. Lo que ocurre con mi frutera es que tiene un complejo de inferioridad muy gordo y cuenta con muy pocas aptitudes para manejarlo, sus movimientos son completamente desorbitados, y al intentar compensar se inclina hacia lo opuesto. Todo esto lo sé ahora gracias a mi psicóloga, pero he tenido una larga vida en que pensé que mi frutera no me quería, o me quería mal. Yo me sentía culpable y me iba a comprar a otras fruterías. En realidad en ella se da una paradoja, su autoestima necesita construirse una barrera de superioridad generalizada, pero no es más que una muestra de las fisuras por donde se filtra su falta de confianza y autoestima.
¿Qué pasa?, que ahora quiero poner yo tienda y sobre todas las cosas no me gustaría cometer los mismos errores que he visto en mi frutería y por eso he visitado a mi psicóloga que me trató sobre lo circular en las relaciones personales. Me he hecho con su tesis, que se ha autoeditado y que habla de todo esto, de ser a la vez padre e hija, tía y sobrino, abuela y nieto o frutera y frutófilo.