:: cuando despierto, vuelven a mí dos visiones que se entrelazan como hilos de un mismo telar. Por un lado, la cara luminosa de una madre sagrada de El Greco, inclinando su ternura hacia el Niño, ofreciéndole leche como si alimentara al mundo entero. Su mirada, alargada y serena, parece susurrarme que la humanidad empieza siempre en un gesto de cuidado. Junto a la imagen surge la voz firme de Churchill, flotando como un recordatorio obstinado: “Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa”. Yo, que camino mis días como un viajero que avanza aun con cansancio, mezclo ambas enseñanzas sin querer: la luz que nace del rostro maternal y la convicción de que seguir adelante es también un acto de esperanza. Así comienzo cada día, sostenido por un cuadro que cuelga también en el pasado y una frase que aún respira, dos faros en las sombras que me invitan a pensar. Arthur Inclán & calber

imagen::calber