100 años de la 'Fuente' de Duchamp, la obra de arte más influyente del siglo XX.
En abril de 1917 Marcel Duchamp compró en una ferretería de Nueva York un urinario de pared modelo Bedfordshire. Ya en su estudio, lo colocó sobre un soporte plano, firmó sobre su superficie con un seudónimo, R. Mutt; una fecha, 1917, y decidió ponerle el nombre de Fontaine. Envió el objeto a la Exposición que organizaba en Nueva York la Sociedad de Artistas Independientes. El objetivo de Duchamp era cuestionar el concepto de obra de arte tal y como la entendían los académicos y los críticos. Con esto él sentaría las bases del arte conceptual, un arte que se basa en la idea. Su influencia dura hasta nuestros días: además de resultar desconcertante que un objeto de uso cotidiano y realizado en serie entrara en el museo, el urinario cambió la noción de gusto y los valores que nos permiten distinguir qué es arte y qué no. “Fuente” fue retirada de la exposición y desapareció. Su único rastro es una fotografía tomada por Alfred Stieglitz.
imagen:calber
::el origen de “Fuencabra” se encuentra estrechamente ligado a los surrealistas, entre cuyos principios innovadores estaba proponer que cualquier objeto pueda ser una obra de arte, así como sostener que la artisticidad no viene dada por la calidad sino por el contexto. 100 años después al subir cualquier “objeto” a las redes, volvemos a revisar el concepto, dejamos que el que contempla el animal-mingitorio se plantee cosas entre el interés, el asombro y el escepticismo.