Deja que bese tus
ojos antiguos de tiempo borroso y gelatina,
el ojo planeta que
lo mira todo con la distancia que pone el agua,
tu globo ocular que
sobrevuela mi cuerpo despojado de maleza.
En el último viaje
por el canal de Schlemm, en un día de no luz,
en la ausencia de
canal y de sentidos, en la ceguera del
mundo.
Escaso de pigmentos,
en la lluvia azul me pierdo, te malgasto.
Deja que me despida
de los nudos de tus pestañas enredadera
que se enganchan en
mi músculo pecho dolorido, cada mañana.
Deja de mirarme con
ojos traslúcidos, como leyendo mi destino.
Regala tus células
visuales, que no te quede nada en la retina.
Deja que me vaya,
cierra mis párpados con tus manos bisagra,
trátame por última
vez como al hombre niño que muere intacto
Inédito. csa
imagen:calber