La jirafa Jamhes vivía en la sabana africana antes de llegar a España. El emperador Julio César trajo a su tatarabuela hasta Europa durante sus campañas en Egipto. Los romanos la bautizaron "cameleopardo", un cruce entre camello y leopardo, porque no sabían qué bicho era. Es el animal terrestre más alto. Puede alcanzar 5,8 metros y pesar hasta 1600 kilos. Se alimenta de las hojas de acacia, que ramonea en alturas inaccesibles para el resto de herbívoros. Jamhes ahora come turrón y mazapán en el zoo porque para ella todo el año es Navidad.
A parte del largo cuello, destaca en ellas los "osiconos", unas estructuras prominentes que parecen cuernos, cubiertos de piel. Los de las hembras son delgados y tienen un penacho de pelo, y los de los machos terminan en perillas y son calvos. La jirafa Jamhes está mosqueada porque siempre la dibujan sin cuernos, aunque a cambio lleva puesto un collar de perlas que se ha comprado este Black Friday.
Las jirafas adultas no tienen fuertes vínculos sociales, y se agrupan en manadas abiertas. Sin embargo Jamhes es muy simpática y la mayor parte del tiempo, vive en el zoo muy contenta con su familia. A veces discute, porque quiere establecer una jerarquía social y lo hace en duelos conocidos como "necking", un combate en el cual utiliza el cuello como arma. Esto es normal entre ellas, sobre todo en fechas navideñas: los cuñados jirafa se activan, las suegras jirafa se revolucionan, los hermanos jirafa quieren demostrar quien tiene el cuello más grande... Por eso a la jirafa Jamhes le duelen las cervicales en Navidad, está en su naturaleza.