:: nubes

«No hay un orden en las nubes, ni en la pena. Qué mal se lleva el dolor cercano. En estos momentos nos acordamos de tantas anécdotas vividas con él, desde pequeños, en meriendas, en jornadas de campo, en familia. Toda una vida juntos. Carmelo era la alegría, siempre con sus ocurrencias, sus bromas, la alegría de la huerta, nunca mejor dicho. Era un hombre especial, y así lo recordaré, convencido de que ha pasado a mejor vida entre las nubes» Guillermo Sánchez. A Carmelo Magán in memoriam.
 
imagen:: nicolás barahoha. Intervenida por calber

 

El orden de las nubes

No hay un orden en las nubes.
Se generan de un modo azaroso,
se juntan o se separan
según soplen los vientos.
A veces forman siluetas curiosas
o crean un espectáculo admirable
en función de la luz que reciben.
Los expertos las clasifican por formas
y predicen su comportamiento
sin demasiada precisión.
Unas se quedan donde nacieron
y otras viajan miles de kilómetros.
Algunas provocan tempestades
o violentas inundaciones
mientras otras caen suavemente,
pero todas permanecen en la flor,
el arroyo, el trigal o el bosque
cuando ya nadie recuerda su forma.
Con las personas pasa lo mismo.

Pepe Ramos. A Rodrigo Córdoba in memoriam.