:: pimiento

En el centro de la pampa vive un pimiento. Sol y viento pa’ su vida, sol y viento.
Coronado por la piedra vive el pimiento. Luna y viento lo vigilan, luna y viento.
Cuando sus ramas florecen es un incendio: tanto rojo que derrama, rojo entero.
Rojo entero.

Nadie lo ve trabajar debajo’el suelo cuando busca noche y día su alimento.
Pimiento rojo del norte, atacameño, siento el canto de tus ramas en el desierto.
Debes seguir floreciendo como un incendio porque el norte es todo tuyo, todo entero.
Todo entero.
       
 
_"Pimiento" un canto de Víctor Jara al campesino que labora a diario , bajo el rojo calor del sol.
 
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Víctor Jara (1932-1973) fue un músico, cantautor y director de teatro chileno y uno de los pilares en la música latinoamericana. Tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende 1973, Jara fue detenido y asesinado. El 16 de septiembre lo acribillaron, su cuerpo fue encontrado unos días después por vecinos de la Población Santa Olga en las cercanías del Cementerio Metropolitano, con 44 impactos de bala. Es un referente internacional de la canción protesta cuyos temas están inspirados por y para la cultura popular. Nació en el seno de una familia de padres campesinos, caracterizada por un arraigado folclore. Su padre, Guillermo Jara, se dedicaba a las tareas del campo, y su madre, Mari Martínez, cantaba tonadas populares mientras asaba pimientos.

«Me ha traído Guillermo una tanda de pimientos y nos hemos puesto manos a la obra. La verdad es que te sacan de un apuro en ensaladas, salsas y demás. Son muy buenos como guarnición y ni que decir lo ricos que están tal cual. Los pimientos asados caseros de “la Mari” le dan cien mil vueltas a los de lata. El pimiento tiene muchas virtudes: vitamina C, fibra vegetal, sustancias minerales y no engordan, que ya tenemos una edad y hay que cuidarse. Cuesta un poco hacerlos porque acabo agotada, pero merece la pena. !Vaya humor que tenemos! Pero hay que tener la cabeza ocupada. Los mejores pimientos para asar son los rojos carnosos. !Ay que ricos PIMIENTOS!»