
imagen:: calber & Oel´s father
Estimadísimo señor Calber,
Mi nombre es Oel, soy muy joven todavía, pero ya muy feliz de conocer todo su mundo de creatividad. Le escribo desde Tepoztlán, un lugar lleno de colores y susurros que me inspiran a cada paso mientras repaso las páginas de su publicación. Cada página me revela, con una claridad asombrosa, la fuerza de su imaginación y la delicadeza con la que transforma ideas por amor al arte.
Qué alegría tan grande y desbordante haber conocido su obra a través de mi padre, quien es uno de sus mayores fans. Gracias a esa conexión tan especial he podido profundizar y valorarle con más generosidad. Ver cómo él celebra cada detalle de su trabajo me ha enseñado a mirar con otros ojos, a entender las capas de significado y a admirar el entusiasmo que pone en cada creación.
Quiero que sepa que su talento me inspira a soñar sin límites y a creer que la creatividad puede ser un camino de luz para muchos. Le envío todo mi ánimo y gratitud desde este rincón mágico de México; espero con ansias poder seguir aprendiendo de su obra, y, si es posible, poder compartir en el futuro más momentos de extrañeza, una total y fraterna conexión, comunión diría más bien. Con la más sincera admiración y deseo de más encuentros creativos, mucho ánimo con su vida creativa.
El pequeño Oel